“Deschamps sabe dónde ponerme y, por lo tanto, me beneficio de ello”, fueron las palabras de Antoine Griezmann el pasado 14 de octubre tras la victoria de Francia ante Croacia en el encuentro de UEFA Nations League, preguntado acerca de su diferente posición en la selección y en el FC Barcelona. El delantero francés fue certero, claro y aseguró que en Francia se siente cómodo sobre el campo, pudiendo interpretar y leer entre líneas que en el esquema táctico de Koeman no encuentra su sitio. En aquel partido jugó de mediapunta, por detrás de Mbappé y Martial, mientras que en el Barcelona varía entre las posiciones de delantero centro y extremo derecho.

La realidad es que hasta ahora Ronald Koeman no ha sabido encontrar el lugar idóneo donde brille el ex del Atlético de Madrid. En pretemporada prometió buscar un encaje que beneficiase tanto al jugador como al equipo, pero la realidad es que Griezmann simplemente ha pasado de ser intranscendente en la banda izquierda a hacerlo en la derecha. El técnico neerlandés, al ser preguntado por el tema en cuestión, respondió con un “el entrenador manda y el jugador tiene que sacar el máximo rendimiento”, cuando unas semanas antes el delantero estaba llamado a ser importante en esta nueva etapa.

La principal razón de esta recolocación del francés es Coutinho, otro jugador que en la parte final de su primera etapa en Barcelona se encontraba perdido en banda izquierda. El brasileño convenció a Koeman y lo situó desde el primer momento como punta de lanza de la línea de tres que precede al delantero en el 4-2-3-1, su posición natural y el lugar donde Coutinho es capaz de recuperar su mejor versión. Por lo tanto, el problema con Griezmann es parecido, un jugador que tirado a la banda minimiza su rango de acción y no es importante en la construcción del juego.

Griezmann, ante el Sevilla. Fuente: Getty Images

La posición ideal de Griezmann

La mejor versión de Griezmann la hemos visto tanto en Atlético de Madrid como en la selección francesa, donde disfruta o disfrutaba de una posición centrada y entre líneas, siempre con un delantero referencia arriba. En Francia, durante la consecución del mundial de Rusia del año 2018, fue clave la presencia de Giroud como delantero centro, sobre todo para potenciar a Griezmann y limitar su radio de acción a la zona de tres cuartos de campo. Lo mismo sucedía en el Atlético, donde jugó junto a delanteros como Torres, Diego Costa o Mandzukic, capaces de fijar centrales y liberar al futbolista de Macon.

En la ciudad condal este encaje tan centralizado en su figura es imposible, ya que Leo Messi es el jugador sobre el que lleva girando más de una década todo el engranaje ofensivo del Barça y el que dispone de la libertad absoluta para campar a sus anchas por el terreno de juego. Es decir, mientras siga Messi, es imposible que Griezmann adopte los galones que tuvo en el Atleti y disponga de la misma libertad que en la selección.

Sin embargo, la lesión de Coutinho lo cambia todo. Una lesión en el bíceps femoral de la pierna izquierda mantendrá alejado durante unas semanas al jugador brasileño, que estaba siendo hasta la fecha titular indiscutible. Tras esto, a Griezmann le abre una oportunidad de oro. La oportunidad de dejar a un lado la banda, poder jugar como mediapunta y ser, por fin, transcendente con la elastina blaugrana. Pero su presencia en esa posición no está todavía garantizada, ya que existe la posibilidad de que la ocupe Pedri o el propio Leo, relegando al francés a ser la referencia del equipo. Una posición que ya ha ocupado y que puede resultar interesante por el cambio de posiciones permanente que llevaría a cabo con Messi.

El partido del próximo miércoles ante la Juventus será clave para el futuro del conjunto blaugrana en la Champions League, pero también para dilucidar cuales son las intenciones de Koeman con Griezmann: si tratará de recuperarlo acercándolo a una posición centrada donde se siente más cómodo o lo volverá a apartar a la banda derecha.