La química en el fútbol es un pilar fundamental en el rendimiento de los futbolistas. El talento o la personalidad a veces no son suficientes para mostrar todo el potencial de un jugador y el estar bien acompañado puede suponer un salto de calidad importante. Jordi Alba es un claro ejemplo de esta situación ya que cuando el lateral de L´Hospitalet juega junto a Messi su rendimiento aumenta considerablemente.

La parroquia barcelonista conoce de sobra la conexión que existe entre ambos jugadores. Ellos son capaces de hablar con la mirada y ya es especialidad de la casa cuando Jordi apura línea de fondo para servirle a Leo un pase letal en el área que pocas veces no termina en gol. El lateral sabe de sobra dónde está colocado el argentino desde el inicio de la jugada y siempre se buscan. “No es algo trabajado. Sale solo”, señaló Alba en una entrevista hace unas semanas

La dependencia del internacional español respecto al astro argentino es tal que incluso en los últimos días se ha especulado con que Jordi Alba podría acompañar a Leo Messi en el PSG en caso de que el rosarino acabase aterrizando en París. El rendimiento de Alba baja considerablemente cuando Messi no está el mismo once y los aficionados no han pasado por alto este hecho.

El Jordi Alba que comparte alineación junto a Messi no tiene nada que ver al que cuando no juega con el crack argentino. El papel del lateral no es tan determinante sin Messi al lado y el Barça suele notar un bajón cuando ambos no juegan juntos. La conexión de ambos será fundamental si el conjunto culé quiere aspirar a algo esta temporada.