El Barça llegó este domingo al Palau con pretensiones de perpetuar las buenas sensaciones vividas el jueves en Europa y dar un golpe sobre la mesa en la competición más casera, la ACB. Arrancaba el encuentro de la mejor forma posible, con un gran triple de Kalinic y el posterior bloqueo culé a la respuesta del Andorra. Muy dominantes y llenos de energía los de Grimau, en busca del control del juego en contraste al inicio frenético del partido ante el Anadolu Efes.

La tendencia sin embargo duró muy poco, y Andorra presentó una rápida reacción ante la relajación de los pupilos de Grimau tras los primeros minutos. Los amarillos llegaron a ponerse siete puntos arriba al ecuador del primer cuarto (5-12), provocando la euforia del poblado sector visitante en el Palau. Los blaugranas comenzaron a ofrecer una sensación de gran fragilidad en su bloque defensivo, reviviendo los fantasmas del último partido liguero en el Wizink. Aunque alguna canasta de Rokas parecía paliar la tendencia negativa hacia el final del primer cuarto, llegaron al segundo cuarto perdiendo por ocho puntos: 16-24.

Paulí, la novedad respecto al partido contra Efes. Fuente: @FCBbasket.

El nuevo periodo inició con unas dinámicas parecidas al anterior, siguiendo los andorranos muy acertados tanto desde la línea de triple como en el juego interior. Stan Okoye, en estado de gracia, hacía especial daño a los locales, y el Andorra se marchó con la mitad del segundo cuarto jugado a 13 puntos (26-39). La falta de solidez y garra blaugrana se reflejaba también en las faltas, con cero realizadas frente a las tres de los andorranos. Satoransky bajó la distancia a los diez puntos, pero los intentos frustrados de Paulí de materializar triples frente al acierto de Okoye aumentaron la ventaja de nuevo a trece (31-44).

Satoransky, protagonista entre los culés de la paupérrima primera mitad. Fuente: @FCBbasket.

Satoransky continuó remando contra viento y marea con otras dos canastas, optando por un juego más bien individual que apremiase la efectividad entre cánticos ensordecedores de apoyo al Andorra. Los jugadores se marcharon al vestuario con 37-47 en el marcador, esperando que Grimau encontrase la fórmula de que los suyos diesen la vuelta al marcador en la segunda mitad del encuentro.

El tercer cuarto, que se esperaba que fuese reaccionario en el Palau, lo inauguraba Willy con un gran amago y canasta en la misma cocina. Y así fue, reaccionario. El mismo Hernangómez se anotaba un mate en la siguiente jugada, y Rokas y Parra anotaba las dos siguientes dentro de sendos ataques vertiginosos que limitaron la ventaja andorrana a cuatro puntos. Aunque los visitantes conseguían seguir por delante, la dinámica del partido parecía empezar a caer del lado culé. Laprovittola salió a la cancha a hacer de las suyas, y el Palau se calentó cuando los blaugranas llegaron al filo del empate (56-58). Otro triple del argentino ponía por primera vez desde el comienzo al Barça por delante en el marcador.

Lapro, uno de los protagonistas indiscutibles de la remontada. Fuente: @FCBbasket.

Y llegó el último cuarto de auténtico infarto en el Palau, con un marcador de 64-65 y todo por decidir. Lapro se puso la capa de superhéroe y extendió sus poderes de tres para hacer posible la remontada, de la mano de un Willy que, como acostumbra, fue de menos a más. Jokubaitis puso el 76-76 a falta de cinco minutos para el pitido final, y volvió a ser él para adelantar al Barça en el marcador. Joel Parra necesitó asistencia médica por una mala caída sobre el tobillo izquierdo que le obligaba a abandonar la pista.

Tres triples seguidos de Kalinic, Abrines y Vesely levantaron al Palau con un minuto por jugar y la gente ya no volvió a sentarse hasta que megafonía anunció el culmen de la remontada. 91-87 para el Barça en un partido de absoluto infarto para el recuerdo de los que se acercaron al Palau a pasar la mañana, y que demuestra que los de Grimau tienen la garra necesaria para llevarse encuentros así prácticamente sobre la bocina.