El culebrón Lautaro Martínez parece haber acabado sin haber comenzado. La crisis económica del Coronavirus ha dejado al Barça en paños menores, y ante la incertidumbre de las ventas que tiene previstas, forzar incorporaciones galácticas se prevén cada vez más imposible.

La renovación del delantero centro que tantos años se lleva planificando, parece que tardará un poco más. Los culés, que ya saben el precio de partida del argentino propuesto por el Inter, no tienen seguros poder incluir jugadores en la operación para abaratar su cláusula (+100M€), y estudian la posibilidad de mantener a Luis Suárez una temporada más. La llegada de Trincao, así como la confianza en Ansu Fati y el apoyo a Griezmann, que también puede jugar de 9, dan tranquilidad a Bartomeu de cara al poderío ofensivo con el que se quiere reforzar tras una de las temporadas menos goleadoras de los últimos años.

Los números avalan al tercer máximo goleador de la historia del Barça, que jugando 11 partidos menos esta campaña, ha firmado 19 goles y 12 asistencias, los mismos tantos y el doble de asistencias que el jugador argentino. Estadísticamente la apariencia es la de que ambos podrían aportar lo mismo, pero la realidad es muy diferente. Luis Suárez ha perdido esa frescura en ataque que le caracterizaba, y después del parón ha ralentizado el juego de ataque del equipo, además de debilitar toda opción de refuerzo, sin libertad para que Quique Setién se atreva a alinear a otros jugadores en su lugar.

Definitivamente, el Barça únicamente accederá a incorporar a Lautaro Martínez si Luis Suárez decide marchar a la MLS, dejando así un hueco deportivo y económico, pues el uruguayo es el segundo futbolista que más cobra de la plantilla. Con un año más de contrato, el charrúa parece tener la idea de no alejarse de tierras catalanas.