No hay partido más atractivo que un Barça-PSG. La vuelta de Luis Enrique a Barcelona y el ambiente propio de un día grande. De esos que te dicen de hacer planes y lo cancelas todo. De esos que miras atrás y tienes recuerdos de todos los colores. Aquellas remontadas, las ansías de revancha y una rivalidad que con los años ha ido in crescendo.

Todavía se sigue sin entender que Pedri quedara onceavo del galardón que presume Dembélé como ganador. Costó abrirse camino, pero ahí estaba el de Tegueste para dirigir y contemporizar cuando creyera oportuno. No hay nadie como él, por mucho que haya organismos que se empeñen en darle la espalda. Fue sacarlo del engranaje y ver cómo el equipo se desmoronó por completo. Los minutos que acumula en sus piernas le pasaron factura tanto a él como a Frenkie de Jong y el PSG, con una marcha más, fulminó a la contra. Fue Gonçalo Ramos quien puso la guinda y evidenció que los parisinos están por encima del resto.

Si Achraf Hakimi dijo en la previa que Lamine Yamal tenía que superar al mejor lateral del mundo, no fue impedimento para que la estrella azulgrana demostrara su fútbol. No fue el mejor partido del ‘10’, pero aun así no paró de intentarlo. Fue bonito ver ese duelo con Nuno Mendes entre el mejor lateral y el mejor extremo del mundo. Es más, si no fuera por la decisión del colegiado, el portugués no hubiera acabado el partido y quién sabe si otro gallo hubiera cantado.

Por otro lado, se tiende a ensalzar la capacidad de decidir partidos de los delanteros en detrimento del trabajo de los defensores. Eric García se erigió como líder absoluto de la zaga para contrarestar las internadas de Barcolá e impedir daños mayores. La salida de Iñigo Martínez exigía nuevos liderazgos y el suyo es sin duda una de las grandes noticias en clave azulgrana. A falta de cinco minutos se retiró con molestias, pero su actitud fue descomunal. Sufrió bastante más el resto de la zaga, achicando agua sin poderlo remediar. El PSG se mostró mucho más intenso en la presión tras pérdida y los de Flick, en vez de echarse atrás, chocaron con la realidad.

Alejandro Balde volvió a reaparecer y el descaro de Marcus Rashford ahí está, pero el sabor de boca está claro que no es el mejor de todos. Si el técnico azulgrana dice que hay que defender mejor por algo será.

Foto, vía club: Redes FC Barcelona