El Barça de Flick volvió a ganar. Sin demasiada brillantez, sin sorpresas, sin sobresaltos. Apenas celebró Montjuic el pitido final del árbitro, que vuelve a alejar al Madrid a cuatro puntos. Un miércoles más, un día cualquiera. Porque para Hansi Flick ganar ya es rutina. Ni siquiera las ruedas de prensa dejan grandes titulares. El alemán lo tiene todo bajo control. No le preocupan las bajas, las rotaciones, el calendario. Para él no hay excusas, solo trabajo, solo victorias. A por la siguiente.

    Lewandowski celebrando su gol (Photo By Javier Borrego/Europa Press via Getty Images)

Un Barça – Getafe a las 21:00 de un miércoles no parece augurar un partido memorable, de los que recuerdas toda la vida. Quizás lo hagas por Lamine, aunque para él brillar ya es rutina. Sus disparos, conducciones, su creatividad y las ovaciones que despierta. Nos tiene acostumbrados, aunque quizás no deberíamos estarlo. Ayer fue especialmente peligroso en sus diagonales. Con Koundé muy alto, gambeteaba por el carril central, sembrando el caos a su paso. Un miércoles más para Lamine Yamal.

Quizás haya alguien que sí recuerde este partido para toda su vida: Iñaki Peña, su primera titularidad de la temporada, post lesión de Ter Stegen. No será la última, aunque el fichaje de Szczesny parece ponerlo en entredicho. No tuvo demasiado trabajo, ante un Getafe que apenas pasó de medio campo. Al Barça le costó hacerse con la victoria, frente al muro que construyó Bordalas, ayer sin sentarse en el banquillo. Pero Lewandowski apareció, para cumplir con lo establecido. Siete goles en siete jornadas. Un partido más para él. El Barça de Flick es una máquina de ganar.