El conjunto de Ronald Koeman ha iniciado la andadura en La Liga con un triunfo merecido ante su teórica bestia negra, la Real Sociedad. El conjunto donostiarra visitaba el Camp Nou con el papel de equipo inquietante, por los precedentes y por el atractivo juego exhibido la temporada anterior. Sin embargo, el Barça demostró estar concentrado desde el minuto uno y la Real solo tuvo opciones de remontar en una reacción final de dos goles consecutivos. Los azulgranas superaron a los vascos con una presión tras pérdida efectiva, la alta eficacia de cara a puerta y un esfuerzo colectivo que dio sus frutos. Braithwaite copó el protagonismo con su mejor partido luciendo la elástica azulgrana, doblete y asistencia incluidos.

El Barça comenzó enchufado los primeros compases del partido, con dos ocasiones en tan solo minuto y medio. Remiro atajó un disparo por bajo de Braithwaite, que cazó un buen pase al espacio de Memphis. Seguidamente, en el siguiente ataque azulgrana Griezmann finalizó mediante un tiro desviado. Desde el inicio Memphis se echó a la espalda al equipo, tratando de llenar ese vacío que dejó Messi. Caños, sombreritos y una retahíla de recursos caracterizan al delantero holandés.

A los 10 minutos llegó el momento atípico de la jornada, la ovación de los 22.000 culés congregados en el Camp Nou al eterno ’10’ azulgrana, Leo Messi. Homenajes aparte, el Barça más coral y generoso en el esfuerzo superaba a la Real de Alguacil sobre el verde. Dos ocasiones de Griezmann en córners casi consecutivos acercaban al equipo de Koeman al gol. De hecho, la segunda oportunidad tras jugada ensayada terminaba en un cabezazo de ‘El Principito’ al larguero.

Al fin, en el minuto 18, llegó la primera diana azulgrana tras varios avisos. El nuevo líder del equipo, Memphis, ponía un excelente centro a balón parado a Piqué, que remataba en el área libre de marca y se besaba el escudo en señal de amor a su club. Justicia poética tras bajarse el sueldo por el bien del FC Barcelona. El gol sacaba a relucir las carencias de una Real que a duras penas traspasaba la línea del medio campo.

Piqué reafirmó su amor al Barça besándose el escudo en su celebración | Diario Sport

Mientras tanto, el Barça más voraz presionaba y robaba en busca del segundo gol de la tarde. Al conjunto vasco le costaba mantener la posesión hasta un simple saque de banda. Media hora tuvieron que esperar los aficionados vascos para presenciar la primera aproximación de la Real, presa de un inicio vertiginoso de los azulgranas. Imanol Alguacil echaba humo en el descanso para hidratación, abroncando a un equipo adormilado. La presión alta del cuadro visitante resultaba inútil ante un Barça preciso en la circulación.

La bronca de Alguacil surtió poco efecto en la actitud de sus jugadores. Dos nimios córner integraron los ataques peligrosos de los vascos en todo el primer tiempo. Por su parte, los azulgranas echaban por tierra las intenciones del técnico realista, con un gol de cabeza de Braithwaite a centro de De Jong. El Barça enfilaba el camino de los vestuarios con un gol al filo del descanso que encarrilaba la primera victoria oficial de la era post-Messi.

La pésima imagen ofrecida por la Real en la primera mitad obligó a Alguacil a comenzar con el carrusel de cambios. Silva y Januzaj pasaban a ocupar el banquillo para dar entrada a Bautista y Barrenetxea en busca de la reacción. Irónicamente los cambios dieron paso a un nuevo susto en forma de gol anulado al Barça. De Jong controló magníficamente un balón al espacio, aunque ocupaba posición de fuera de juego. La presión realista no impedía al Barça trazar su juego, pues una vez superada la primera línea de presión, los pupilos de Koeman gozaban de espacios para crear ocasiones. Jordi Alba mandó fuera un mano a mano con Remiro con todo de cara.

Una Real más proactiva buscaba con mayor insistencia los espacios en la defensa del Barça. Oyarzabal disponía de sendos disparos sin éxito, que al menos incrementaban el contador de ocasiones visitantes. Al término del primer cuarto de hora tras el descanso se hacía patente una realidad: a la Real le costaba horrores ver portería, mientras que el Barça tenia suficiente con su primera llegada después del descanso. Braithwaite ponia el tercer gol en el marcador rematando a placer tras un palmeo de Remiro a centro de Jordi Alba. Cuando más apretaba la Real persiguiendo un gol que recortase distancias, los vascos sufrían un mazazo definitivo. El origen del gol, un pase al hueco superlativo de Memphis, ataviado con el ‘9’ en su camiseta, pero con alma de ’10’. El atacante holandés promete grandes noches de diversión a los aficionados azulgranas.

Braithwaite firmó su mejor partido con el Barça con doblete y asistencia | COPE

El tercer gol daba paso a dos nuevos cambios en las filas de la Real, Gorosabel y Lobete sustituyeron a Portu y Zaldua. Por parte de los azulgranas, Emerson y Sergi Roberto suplían a Dest y De Jong, que disfrutaban de la primera ovación de la afición mientras abandonaban el campo. Al fin La Liga permitió el regreso del público a los estadios. En el caso del Camp Nou, la grada recompensó la magnífica actuación de su equipo con continuas ovaciones y aplausos. Cabe recordar que De Jong, con molestias, forzó para poder jugar frente al conjunto vasco.

Con el 3-0 en el marcador, la Real perdía la fe en la remontada y claudicaba. El Barça también quitaba el pie del acelerador a sabiendas de que los tres primeros puntos de La Liga se quedaban en el Camp Nou. El segundo parón para la hidratación en el banquillo culé se asemejaba más a una charla distendida de entrenamiento que al estreno liguero. Las sonrisas abundaban entre los jugadores azulgranas.

Cuando ya no parecía que el luminoso tuviera más modificaciones, los dos jóvenes de refresco, Barrenetxea y Lobete, fabricaban el gol del honor realista. Una cavalgada de Ander que superaba rivales terminaba en un pase filtrado al área, que remataba mediante un buen zurdazo cruzado de Lobete, una carta de presentación inmejorable para el joven Julen.

Los últimos 10 minutos se presentaban aburridos, pero a este gol le seguiría una segunda diana excelsa de Oyarzabal. Los recién entrados Araújo y el canterano Nico ejercían de meros espectadores del golazo del atacante vasco. Oyarzabal clavaba en la escuadra el libre directo ante un Neto impotente. Koeman, consciente de que había perdido toda la renta en menos de 5 minutos, introducía a Lenglet tras un calentamiento exprés a fin de defender el resultado.

Un obús de Oyarzabal puso el 3 a 2 en el marcador | Getty Images

Con el partido roto y en medio de un descuento de 5 minutos más, Sergi Roberto devolvió la calma al Camp Nou anotando el cuarto gol. Sin hacer mucho ruido, Braithwaite ponía el colofón a su partidazo añadiendo una asistencia a su doblete de goles. Primera victoria azulgrana en partido oficial tras la marcha de Messi al PSG. Los pocos millares de aficionados en el Camp Nou disfrutaron aliviados de los muchos brotes verdes que afloran en el vacío dejado por Leo. El Barça todavía tiene mucho que decir en esta Liga con jugadores que deleitarán a la afición como Memphis, Pedri o De Jong.