El Barça pierde la liga, aunque la habría ganado el Real Madrid de todos modos. Mal partido del equipo, que salió a librar la última batalla ya agonizante y con los soldados de reserva. Tras intentar remontar un partido en el que fue más de 60 minutos por detrás y con el equipo volcado adelante, el Osasuna remató el encuentro con una contra en el descuento. A continuación, las notas:
Ter Stegen – 5. Poco pudo hacer en los dos tantos de Osasuna. Pagó los errores de su defensa y se vio en dos situaciones límite que ningún portero del mundo podría detener sin mucha suerte. Una temporada magnífica para él con un triste desenlace, sobre todo debido a los errores defensivos que lo comprometen.
Júnior Firpo (77’) – 3. Desconectado, con una falta de intensidad abrumadora. No llegó a la cobertura en el primer gol y nunca fue incisivo ni combinó con peligro. Las dudas sobre si su nivel está a la altura del Barça están más presentes que nunca.
Lenglet – 6. El único correcto de la defensa culé. No brilló, pero al menos no hay demasiado que achacarle. Estuvo acertado en la salida de balón, dio la cara por el equipo y eso mismo le costó un codazo en la boca de Enric Gallego que les hizo ver el rojo a ambos: a Lenglet por la sangre y a Gallego por la tarjeta.
Piqué – 3. Totalmente fuera del partido en todo momento. Cada día que pasa está menos preocupado por el fútbol y más por lo que pasa fuera de los terrenos de juego. Seguramente uno de los jugadores que más autocrítica debería hacer después de perder la liga de esta forma.
Semedo (58’) – 4. No tuvo su día. No le salieron las cosas y se apagó. El portugués tiene las cualidades, pero le falta algo de regularidad y seguridad para afianzarse en el equipo. Todavía es joven.
Sergi Roberto – 6. Estuvo prácticamente ausente durante todo el partido. No hay demasiado para comentar, ni bien hecho ni mal. Algo mejor cuando, a raíz del cambio de Semedo, se movió al lateral. Desde luego es un jugador de banquillo válido, pero no cabe en el once titular de un Barça dominante.
Rakitic (66’) – 4’5. Sin demasiado protagonismo, perdió algunos balones importantes y no generó juego para su equipo. A pesar de que la nueva demarcación como mediocentro le ha dado algo de crédito, todo parece indicar que el croata ya ha aportado al equipo todo lo que tenía.
Riqui Puig (77’) – 6’5. Siempre lleva una marcha más que sus compañeros, y se nota en el campo. Es todo intensidad y ganas que, sumadas a la calidad innata del canterano, hacen que sea un placer verlo. Parece que será de las pocas notas positivas para la afición culé en el futuro más inmediato. Aprovecha cada minuto que está sobre el terreno de juego.
Ansu Fati – 5’5. Lo intentó incansablemente. Encaró, se asoció y buscó pases interiores, pero no tuvo suerte. Junto a Riqui, las ilusiones más inmediatas del club. Esperemos que en la entidad sepan cuidarlos y darles el trato que merecen.
Braithwaite (58’) – 4’5. No encontró su sitio en el partido. Le llegaron pocos balones, y no supo gestionarlos bien. No es poco de pavo ejercer de “9” en el Barça, pero a Martin Braithwaite, un parche del mercado de invierno, le viene claramente grande.
Messi – 7. En el cuarto intento metió un golazo de falta ajustado al palo, y el gesto tras anotar lo dice todo. Un “ya era hora” que plasma la frustración de todo el equipo con la situación que atraviesa el club. Una vez más fue el único que le da sentido a este Barça. Y todo indica que es hora de replanteárselo estructuralmente.
Arturo Vidal (58’) – 4. Tuvo más de media hora, pero participó poco. La intensidad que habitualmente brinda al equipo no tuvo efecto ninguno, ya que los ánimos estaban por los suelos casi un cuarto de hora antes de terminar el choque.
Luis Suárez (58’) – 6. Dio algo de sensación de peligro a un Barça que se mostraba totalmente romo. Aunque no está en un estado de forma óptimo, la calidad del uruguayo es innegable y puede anotar en casi cualquier situación. Le anularon un gol de tijera precioso por un tímido fuera de juego. Necesita prepararse a conciencia para darlo todo en la Champions.
Busquets (66’) – 3’5. Entró al encuentro con pocas ganas de jugar, y eso se demostró sobre el verde. Lento en la circulación, poco expeditivo en defensa y apático en líneas generales. Un despeje absurdo suyo, sin mirar donde iba el balón, generó la contra que mató el partido en el descuento para Osasuna.
Jordi Alba (77’) – 5. Se notó la diferencia con respecto a la desafortunada actuación de Firpo, pero tampoco tuvo suerte en los 15 minutos que disputó. Internadas constantes que acabaron en pases demasiado fantasiosos, centros que no llegaron a puerto o balones rechazados.
Frenkie De Jong (77’) – 5. Disfrutó de un cuarto de hora de encuentro tras la lesión, aunque no se hizo de notar. No participó apenas en el juego, pero es importante que el neerlandés recupere sensaciones de cara a la Champions League. El equipo lo necesita a su mejor nivel.
Setién – 4. Salió con la segunda unidad a jugar un partido decisivo para La Liga. Claro está que las esperanzas eran pocas, pero la actitud del técnico era de renuncia completa. Ahora tendrá un mes para trabajar con sus jugadores y hacer la pretemporada que nunca tuvo. Veremos si los resultados salen a la luz en agosto y el Barça consigue llegar lejos en la Champions League. Superar el partido de vuelta ante el Nápoles ya sería un mérito.