Tras la salida de Messi, tan solo Memphis y Griezmann apuntan a indiscutibles en la delantera de Koeman. Esto provoca que sean múltiples las posibilidades tácticas durante toda la temporada: Koeman podrá optar por jugar con dos o tres delanteros, es decir, con extremos o sin ellos.

Con las lesiones de Dembélé, Ansu y Agüero, la delantera culé depende en demasía de Memphis y Griezmann que podrán estar acompañados de Braithwaite, Demir o Collado, aunque este último no parece contar para Koeman. Diferentes perfiles de jugadores que provocan diversas posibilidades y variantes tácticas: ¡bendito problema! La vuelta de Ansu Fati será un factor clave. Si está en su mejor nivel, formará un tridente intocable junto a Memphis y Griezmann. Sin embargo, una lesión de tal gravedad requiere tiempo, minutos de juego y rodaje para que el jugador pueda alcanzar de nuevo su mejor nivel. Ansu Fati es una de las esperanzas de la temporada y del futuro del club.

Ansu Fati y Griezmann apoyándose mutuamente. Fuente: Getty Images

Mientras tanto, Memphis y Griezmann serán los encargados de liderar el ataque blaugrana. De la conexión del francés y el holandés dependen gran parte de los éxitos del Barça esta temporada. Hasta el momento, están mostrando entenderse a las mil maravillas. La libertad de movimiento que poseen ambos no solo les beneficia a ellos, sino que también provoca dudas en las acciones defensivas de las zagas rivales que deben elegir entre perseguirlos con marcas personales arriesgando la espalda de su eje defensivo o defenderles posicionalmente dejándoles plena libertad de movimiento que pueden aprovechar en tres cuartos de campo para combinar buscando la profundidad de los laterales por fuera o de los interiores por dentro: puede ser peor el remedio que la enfermedad.

A pesar de ser dos perfiles muy parecidos son jugadores totalmente diferentes. Ambos comparten el gen generador. Mientras Griezmann es un perfil más creador de juego en tanto que combina y distribuye buscando la mejor solución para la jugada en cada situación particular, Memphis es un perfil determinante en tanto que crea el juego desde la verticalidad y el desequilibrio aportando en todo momento detalles de calidad que mejoran cada jugada que pasa por sus botas. Esta puede ser una combinación estelar o auto explosiva: dependerá de si se entienden dentro del campo durante toda la temporada o se acaban pisando.

Griezmann y Memphis atacando juntos. Fuente: Getty Images

Aunque son dos delanteros más creadores que definidores, no tienen precisamente malas cifras. Memphis anotó veintidós goles y dio doce asistencias la temporada pasada en cuarenta partidos con el Olympique de Lyon. Por su parte, Griezmann anotó veinte goles y dio trece asistencias en cincuenta y un partidos con el Barcelona. Sus números son muy parecidos, pero no reflejan los jugadores que son, sino más bien qué tipo de jugadores podrían llegar a ser. Griezmann no ha podido mostrar aún todas sus cualidades y Memphis viene de una liga, un club y una filosofía de juego muy diferente de la que va a vivir en el Barcelona. Ambos están en el lugar, el equipo, el entorno y el espíritu futbolístico idóneo para explotar sus virtudes de juego.

Sería un error pensar en cuál es la posición ideal de cada jugador y en función de ello interpretar si puede rendir o no porque en el Barcelona no hay posiciones ideales, sino una idea de juego, un idioma futbolístico que tanto Griezmann como Memphis saben hablar perfectamente. Está aún por ver en qué medida son capaces de comunicarse y transmitirlo a los demás. No obstante, sí podemos asegurar que a Griezmann no le perjudica jugar en banda derecha, a Memphis no le perjudica jugar de nueve y a Ansu tampoco le perjudicaría jugar de falso 9, aunque todo apunta a que acabará siendo el extremo izquierdo.

Griezmann y Memphis en pretemporada. Fuente: Getty Images

Si tenemos en cuenta todas las cartas a jugar, solo hay una posibilidad de que Koeman no renuncie a los extremos abiertos: que ejerzan ese rol Ansu Fati y Dembélé porque son los únicos extremos puros del equipo. Algo que, al parecer, de inicio no sucederá. Pero, no contar con extremos puros no significa renunciar a la amplitud. El equipo deberá buscar el rol del extremo puro desde el juego de posición. Puede que haya llegado el momento de que el Barça brille más por la movilidad y el intercambio de posiciones de sus delanteros que por el uno contra uno en los costados.

Esta temporada, el barcelonismo confía en ver un equipo unido que no dependa de las acciones individuales de un solo jugador como estos años atrás con la figura de Messi. Pero, no podemos dejar en hombros de dos futbolistas la presión de ganar ellos solos. Si Koeman consigue sacar la mejor versión de cada uno de sus futbolistas y que se entiendan dentro del campo tanto para combinar en ataque como para arrimar el hombro en defensa, podremos estar ante un nuevo Barça en el que los jóvenes empiecen a tomar el relevo a los veteranos y estos ejerzan de maestros. Será el comienzo de una nueva era en el FC Barcelona.

El equipo celebrando uno de los goles ante la Real. Fuente: Getty Images