Ansu Fati (Guinea-Bissau, 31 de octubre de 2002) es ya un viejo conocido en La Masía. Desde que llegara, ya en edad alevín, dejó destellos de su enorme potencial y así, poco a poco, ha ido ganándose un hueco en todos y cada uno de los equipos del fútbol base culé.
Pero, sinceramente, nadie esperaba la evolución que ha tenido el jugador estas últimas semanas. Hace poco más de diez días se presentó ante el mundo con un doblete ante el Zenit de San Petersburgo, colaborando así para la victoria del Juvenil A de Víctor Valdés.
Tal fue su actuación que le llegó la oportunidad con el filial, y de nuevo fue determinante. El rapídismo y potente extremo de apenas 16 años anotó el primero de los cuatro goles que el Barça B le endosó al Figueres.
Todo hacia pensar que esa increíble progresión se estancaría ahí, al menos de manera momentánea, pero no fue así. Ansu fue una de las novedades de la semana en los entrenamientos del primer equipo, y con las sensibles bajas de Leo Messi -por precaución-, Luis Suárez y Dembélé -ambos por lesión– parece que ha llegado el momento de su debut con el primer equipo blaugrana.
De consumarse dicho debut no se convertiría en el jugador más joven en vestir la elástica culé en partido oficial por apenas veinte días, ya que Vicent Martínez, en la temporada 1941/42, tuvo su oportunidad con 16 años y 280 días.
QUÉ ESPERAR DE ANSU FATI
Muy fácil. El extremo guineano promete velocidad, potencia e incluso gol, todo ello respaldado por el trabajo grupal.
Quienes le conocen destacan de él muchas facetas y lo describen como la nueva perla de la cantera, incluso por delante de Riqui Puig.
Algo de razón tendrán, y es que el club ha decidido renovar al jugador hasta 2022.