En cuanto el CM del Barça dio a conocer la alineación elegida por Xavi para la cita de El Clásico, se desató el caos entre los aficionados blaugranas. Su decisión de dejar a Gavi de entrada en el banquillo y mantener a Busquets en el once inicial tras sus errores ante el Inter fue duramente cuestionada, y el propio transcurso del partido acabó dando la razón a esas voces críticas.
Y es que Busquets aún puede considerarse el mejor centrocampista de Europa en escenarios muy específicos, con la línea de la defensa culé en su zona y alta presión ejercida en campo contrario. Es decir, cuando el equipo es corto y permite maquillar las limitaciones físicas de un futbolista que ya no rinde a su nivel en las grandes citas y que planea su retirada en la liga norteamericana.
En el partido contra el Inter cometió varios errores especialmente en la salida del balón, una de sus quimeras en las últimas temporadas. Su metida de pata en el gol de Lautaro Martínez le situó en el ojo del huracán defensivo, y sostuvo un cruce de reproches con Xavi ante la prensa que puso en duda su titularidad ante el Real Madrid. El capitán criticó el “caos” del equipo, con falta de precisión y colocación táctica en la debacle europea, y el técnico egarense fue sin embargo tajante al asociarla a errores individuales: “El tercer gol es una contra. El segundo es una pérdida nuestra que origina un pase largo y perdemos un duelo de uno contra uno».
Su ya mencionada titularidad en El Clásico no redimió a Busi de las críticas, apareciendo en la foto del gol que abrió la lata al no hacer una falta obligada que hubiese parado el avance de Kroos. La preocupación en el seno culé radica en la imagen que ofreció el capitán, sin verse capaz de coger las riendas del Barça y siendo superado por el mediocentro madridista de manera constante.
Estos últimos acontecimientos han provocado que Joan Laporta, junto al resto de la junta directiva, hayan acelerado una marcha en la búsqueda de un sustituto para el de Badía en el mercado de invierno. Entre los nombres barajados suenan jugadores como Jorginho Frello, aunque el favorito de la junta sería Martín Zubimendi, el joven canterano de la Real Sociedad.
Ante la marcha de Pjanic y la cesión de Nico, ya se esperaba que De Jong cubriera esa alternativa como “cuatro”, y según su actuación como pivote defensivo ante el Villareal, partido en el que previsiblemente será titular, acabará ocupando de manera permanente su hueco en el once, como ya ocurrió a Piqué y Jordi Alba al comienzo de la temporada. Busquets iniciará así el partido en el banquillo, con un cambio de rol tras haberlo jugado prácticamente todo desde el parón de selecciones.
En esta situación, todo apunta a que el pulpo de Badía mantendrá su intención de cumplir su contrato hasta que expire, en junio de 2023. Rechazó una renovación del Barça por dos temporadas, más sujeta a factores económicos que de rendimiento, y agotará su carrera deportiva en la Major League Soccer (MLS), con clubes interesados como el Inter de Miami. Definitivamente, su ciclo hegemónico en Can Barça está alcanzando los últimos capítulos.