Se acerca el gran día. La madre de todos los partidos. Una cita a la que Leo Messi no suele faltar y es que el Real Madrid es una de sus víctimas favoritas, concretamente la cuarta, después de Sevilla, Atlético de Madrid y Valencia. El astro argentino ha conseguido endosarles a los blancos nada más y nada menos que 26 goles en 43 partidos disputados, convirtiéndose en el máximo goleador de estos históricos encuentros entre colosos.

Sin embargo, esa cifra no aumenta desde el 6 de mayo de 2018, un Clásico que tuvo lugar en el Camp Nou y en la Jornada 36, donde el Barça ya era ganador de la competición liguera. Desde aquel día, ha disputado 5 Clásicos (3 de Liga y 2 de Copa), donde no consiguió batir a los madridistas. Una sequía que no es nueva en él, ya que pasó algo parecido durante los años 2015 y 2016, donde no consiguió hacer gol en ningún partido ante el Real Madrid.

A pesar de estos datos, el Barcelona, un Clásico más, se aferrará a la magia y al talento del rosarino, quien, pese a casi abandonar al equipo de su vida este pasado verano, afrontará este partido, sin ningún tipo de duda, con la motivación que se requiere. También con el estímulo de romper esta racha negativa ante los blancos y poder brindar a su afición una victoria más ante el máximo rival, un oponente que no se encuentra en sus mejores días y que una derrota en esta clase de partidos podría dejarlo en la lona. Es la ocasión perfecta para que despierte la bestia.