Tras más de quince años de carrera en el Barça, Andrés Iniesta disputaba su último partido en el templo que le vio crecer y convertirse en héroe. La temporada 17/18 fue la última para el capitán, que además de ejemplo para los canteranos, siempre se le recordará por sus valores y compromiso con el fútbol.

El 20 de mayo de 2018, el Camp Nou se vestía de gala para despedir a una de sus leyendas con un espectacular mosaico en el que enlazaba su dorsal con el símbolo infinito. El partido era lo de menos, pues la Liga ya tenía dueño, pero la sensación de nostalgia y orgullo se iba expandiendo por las gradas, que apenas dejaron de corear el nombre de Andrés durante todo el partido.

Un mosaico infinito para despedir a Iniesta
Mosaico en la despedida de Iniesta. Fuente: Sport

Con más de 30 títulos a la espalda, la campaña tuvo un final agridulce por la eliminación de la Champions en Roma, pues el manchego, que aún no tenía tomada la decisión de marchar, soñaba con un triplete, tal y como sí tuvo la suerte de vivir en primera persona su compañero y amigo Xavi Hernández.

El centrocampista dejaba un Barça casi huérfano en el centro del campo que, hasta el día de hoy, sigue teniendo secuelas, porque ninguna de las apuestas han cuajado, como Coutinho, Arthur o De Jong.