No ha sido un mes fácil para los de Rafa Márquez. Más de un mes sin ganar en casa desde que se llevaran los tres puntos ante el Sabadell (4-1) con tan solo una victoria en cinco partidos. Los dos últimos, derrota ante el Deportivo de la Coruña en casa y empate a domicilio ante el Lugo. Punto luchado y muy valioso, todo sea dicho.
Es por ello que sumar contra la Ponferradina era vital para seguir en la parte alta de la tabla. Empezó el encuentro con algunos encontronazos y con los visitantes pisando el área de Marc Vidal. Por su parte, el equipo de Rafa Márquez sumó algunas internadas por derecha con Héctor Fort y Pau Víctor. Sería Aleix Garrido quien reclamaría un derribo que los jugadores de la ‘Ponfe’ tenían estudiado con la veteranía que les caracteriza.
Fue, sin embargo, el ‘petit professor’ quien encontró la senda del gol. Sus conducciones trajeron consigo ocasiones de peligro, como una de las que tendría Alarcón, con un remate algo desviado. Tampoco estaría lejos el equipo de Iñigo Vélez con un disparo desde la frontal con la que se dio por finalizada la primera parte.
Más intensidad, más goles
Fue en la segunda parte que los primeros compases indicaron que algo había cambiado. Una intensidad que era lo que hasta el momento les había faltado a los azulgrana y que se vería reflejado con dos ocasiones clarividentes. La volvió a tener Alarcón con una mano prodigiosa de Prieto que repelió el balón, cuando pensaba que iba para el lado contrario, y también Mikayil Faye, que se disfrazó de especialista de faltas. Voló de nuevo el guardameta visitante para poner el cerrojo en los mejores momentos del conjunto local.
Si bien estaba Alarcón destacando, acabaría por demostrar esas buenas sensaciones con un disparo inapelable que, con algo de fortuna, acabó, esta vez sí, dentro de la portería de Prieto. Celebró con rabia el tanto, seguido por sus compañeros y su socio en ataque, Pau Víctor. Sin embargo, no todo fue tan bonito y el delantero nacido en Castelldefels se retiró del campo con una sobrecarga, tal y como anunciaría a posteriori Rafa Márquez.
Sería Dacosta quien, aprovechando la incertidumbre de un posible penalti favorable, pondría las tablas en el marcador. Disparo seco que no pudo Marc Vidal remediar. Volvería a disputar Marc Guiu algunos minutos que, por pocos que fueran, le bastaron para soltar un latigazo peligroso que solventó el portero de la Ponferradina. Al final, pese a una segunda parte más que notable, la frustración de no cerrar el partido, de igual forma que en el primer equipo, acabó pasando factura.