Llegó la gran cita. El día en que un Barça líder e intratable en la Liga F podía ponerse a 13 puntos de su máximo y rival, y también segundo clasificado. El ambiente señalaba la expectación. Un ambiente impregnado de amor por el Barça y de hambre, más que nunca, de una victoria de las que llenan de orgullo. Un estadio Johan Cruyff que asomaba repleto de ojos que brillan y sonrisas iluminadas de niñas y niños. Gritos, cánticos, bombos, banderas; es un día de clásico, un momento de euforia compartida entre jugadoras y afición. Y podría ser la undécima victoria en once partidos ante el eterno rival.

No es para menos, un Barça – Real Madrid en casa que puede sentenciar, aún más, la liga para las blaugranas se respira de una forma especial. Con la compañía del ‘Motomami’ de Rosalía en la furor del estadio y un 0 a 4 en la memoria en el partido de ida empezaba uno de los duelos de la temporada. El 11 inicial elegido por Jonatan Giráldez en el gran día dejaba entrever algunas sorpresas: Sandra Paños, Mapi León y Marta Torrejón de centrales y los laterales para Lucy Bronze y Fridolina Rolfo. Un centro del campo con Patri Guijarro, Ingrid Engen y Aitana Bonmatí y un tridente compuesto por Geyse Ferreira, Ana Maria Crnogorcevic y Salma Paralluelo.

Y sonó el pitido inicial. La grada rugía y el Barça empezó a buscar impartir su estilo, rompiendo líneas y teniendo la pelota, pero delante de un equipo que se plantaba firme. Así, a medida que pasaban los minutos el Johan ardía a cada pelota que tocaban las blancas y el conjunto blaugrana se empezó a gustar cada vez más.

Aunque sin ocasiones claras, el dominio blaugrana en los duelos empujaba a las blancas a defender atrás y buscar las transiciones como su única arma, mientras sufría el monologo de un Barça que insistía sin cesar pero sin mucha brillantez en el último tercio y sin acabar de conectar con ese pase que hace temblar al rival.

Mapi León ejecutando un córner. Fuente: Carla Cidón

Un remate de Aitana y otro de Ana Maria fueron las ocasiones más claras de una media hora en la que el Barça impartía su ley pero sin lucidez de cara a puerta, mientras que la única que tuvo el rival en el primer tiempo fue para Weir, que atrapó Paños sin muchos problemas. Un estadio lleno veía al Barça querer más pero sin la profundidad deseada, y el choque llegó al descanso con el 0 a 0 al marcador y un equipo que debía revolucionar el partido si quería seguir con su inmenso pleno de victorias en la competición doméstica.

Sin movimientos en el once arrancó a rodar el balón el en segundo tiempo y la primera llegó después que una falta a Geyse en el borde del área acabara con el disparo de Mapi a las manos de Misa. En una tónica similar a la del primer tiempo, un Barça un tanto impreciso buscaba portería con disparos lejanos mientras el fortín culé, incondicional, celebraba una asistencia récord de 5569 espectadores.

Con la entrada de Keira Walsh por Engen, Graham Hansen por Ana Maria y Oshoala por Geyse, el Barça imprimió algo más de intensidad y probó suerte de nuevo con un disparo desviado de Patri a la portería rival. Irene Paredes ingresó al partido por Marta Torrejón instantes antes de presenciar la más clara del partido hasta el momento: un cabezazo de Hansen, que había entrado al terreno de juego para recordar a todos quién es.

Patri Guijarro conduciendo el balón en El Clásico. Fuente: Carla Cidón

Y llegó lo que venía cociéndose. Con el empuje de todo el equipo, en una jugada coral, un derribe dentro del área a Salma se convirtió en un penalti que pitó bien la colegiada. Materializó Rolfo, y la afición hizo vibrar el estadio coreando el nombre de la goleadora que, tras engañar la guardameta, perforó la red, por fin, para firmar el tanto de la victoria culé. Vicky López fue la última en ingresar al verde por Salma, y acabó de presenciar unos minutos en los que el Barça buscó el segundo sin éxito. Un nuevo disparo de la sueca puso la miel en los labios  de un equipo que no se conformaba con el 1 a 0 pero que, finalmente, no consiguió agrandar el marcador.

Así, un Barça que no puso todas las marchas se llevó una victoria clave para seguir, una jornada más, reinando en su casa. El clásico es blaugrana, un día más y por undécima vez.

Vicky López disputó 10 minutos en su segundo Clásico como blaugrana. Fuente: Carla Cidón