La hora de la verdad, esta vez en ACB. El Barça recibía en cuartos de playoff de Liga Endesa al Lenovo Tenerife para el primer partido de una serie de tres sin mucho margen de fallo, siendo además el último título en juego tras los descalabros de Copa del Rey y Euroliga -en ese mismo escenario y menos de una quincena antes-.

Y se trataba de la cuarta vez que los blaugranas se enfrentaban a los canarios esta temporada, con un triplete previo muy favorable para el Barça: sendas victorias en liga regular (94-83 en el Palau y 80-83 en el Santiago Martín gracias a un ‘Parkerazo’ en el último segundo), y victoria también en semifinales de la malagueña edición de Copa del Rey, en esa ocasión con un amplio 108-76. Para más ‘inri’, la perspectiva de la baja por lesión de Shermadini, astro de los canarios y uno de los mejores jugadores de la liga esta temporada, no era muy halagüeña para el cuadro visitante. Más razones aún para ser implacables.

El partido le regalaba un primer cuarto inmaculado a los de Grimau: 28-16 al finalizar los diez minutos, con muchísimo acierto exterior de los culés y un Parker muy enchufado a golpe de triple (once puntos). La conexión entre Ricky y Vesely también estaba dando sus frutos y Da Silva salía de nuevo sustituyendo en el pivote, acertando ya con la primera desde debajo del aro en el contexto de un experimento que ya había probado el técnico la semana pasada en Bilbao. Enfrente, un Lenovo Tenerife que había comenzado “nulo tanto en ataque como en defensa”, según Vidorreta más tarde en rueda de prensa, y que se agarraba naufragado a una tabla en forma de 23 puntos de un tal Kyle Guy.

Los blaugranas, que habían comenzado muy a más, fueron desinflándose a menos y languideciendo durante el segundo cuarto, sufriendo durante minutos faltos de inspiración e iluminados por el capitán, oh capitán, Alex Abrines desde la línea de triple. El escolta estadounidense de los canarios seguía infligiendo estragos, tanto de tres como adentrándose al aro, y ambos equipos se marcharon a vestuarios en el descanso con un 50-46 en el luminoso. El tercer cuarto sería en el que Lenovo Tenerife conseguiría ponerse por primera vez en todo el encuentro por delante (55-57), provocando el tiempo muerto de Grimau. Con todo, todas las miradas se dirigían a un Willy Hernangómez -jugador mejor pagado de los blaugranas- que todavía no había salido a pista, no había calentado con sus compañeros tras el descanso y se mostraba apático y alejado de los círculos de conjura.

El mallorquín volvía a salir al rescate a golpe de triple justo cuando la defensa blaugrana más se asemejaba a un coladero. Llegaba por fin el turno de Willy en el “cinco” a tres minutos de finalizar el tercer cuarto (¡cuántos treses!), levantando los brazos con inusual efusividad para que el público del pabellón acompañase en la aventura. O, también puede ser, en forma de gesto desafiante al banquillo como queriendo presumir de apoyo incondicional profesado por la afición culé. En todo caso, y con Nnaji descartado, el 14 fue el tercer pívot en esta primera batalla contra Tenerife.

Una (otra) canasta imposible de Jabari desde la esquina izquierda ponía el empate en el luminoso antes de darse el pistoletazo de salida al último cuarto. 72-72, todo por decidir en diez minutos finales que prometían ser de desfibrilador y con un Satoransky prestándose a tirar mandarinas antes de ser sentado preventivamente por Grimau. El Barça perdió ‘ipso facto’ el rédito de cinco puntos que había logrado y se puso uno abajo a falta de seis minutos para finalizar el partido, justo cuando apareció de nuevo el MVP.

Un mate imperial de Parker devolvía la ventaja definitivamente a los blaugranas tras un par de minutos de sequía en ambos aros, y otra canasta del norteamericano ampliaba su cuenta personal a 20 puntos. Otro triple de Abrines, acabando como venía ocurriendo a lo largo de esta historia (acierto de 6/7 desde tres), zanjaba el partido. 96-85 y victoria de alivio ante un Tenerife que, aún sin Shermadini, pudo haber arrollado a los culés con un transatlántico de Indiana que anotó 34 puntos y firmó un 29 de valoración.