El F.C. Barcelona afrontaba esta noche una difícil tarea, la de conseguir los tres puntos ante un rival siempre complicado como es el Villarreal. Para ello Valverde introducía tres novedades respecto al once inicial de la derrota en Granada; Busquets y Arthur sustituían a Ivan Rakitic -esta vez sin convocar- y Frenkie De Jong. Meses después Messi, recién nombrado The Best, volvía a la titularidad para liderar a los blaugranas.

El Villarreal comenzó el partido seguro y bien ordenado esperando aprovechar los más mínimos errores de la zaga culé, aunque dicho orden se vio corrompido a los cinco minutos de juego cuando Antoine Griezmann, con un sutil remate de cabeza a la salida de un córner botado por Leo Messi, abría la lata y lograba el tercer gol de su cuenta particular.

Pasado el ecuador de la primera mitad y cuando más se acentuaba el dominio local llegó el segundo tanto, esta vez obra de Arthur Melo. El brasileño recibía un balón bien lejos de la portería y ante la atenta mirada de sus compañeros se sacaba de la manga un misil que sorprendió a propios y extraños, y ante el que nada pudo hacer el meta amarillo Sergio Asenjo.

Todo indicaba que el encuentro sería un paseo militar para los de un Ernesto Valverde que respiraba después de una semana un tanto convulsa, pero no, no fue así. A la media hora de juego saltaron las alarmas y es que Leo Messi tenía que ser atendido por los servicios médicos del club tras notar unas molestias en la zona interna del muslo de su pierna izquierda, algo que lastraría al argentino los restantes minutos de la primera parte.

Leo Messi salió lesionado del encuentro | Fuente:eldia.com

Mientras tanto el Villarreal seguía buscando, de manera tímida, un premio que acabaría consiguiendo gracias en parte a la pasividad defensiva y un garrafal error de Ter Stegen ante el potente -pero lejano- disparo de Santi Cazorla poco antes de llegar al descanso. Los de Javi Calleja, tras una mala primera mitad, llegaban con vida a la segunda mitad.

La segunda mitad empezó con un ritmo altísimo. Valverde dio entrada a un muy participativo e incisivo Dembélé en sustitución del lesionado Leo Messi y el Villarreal se animaba con Samu Chukweze como protagonista en el costado derecho. Los Cazorla, Gerard Moreno y el ya mencionado Chukweze empezaban a sentirse cómodos sobre el césped del Camp Nou a medida que pasaban los minutos y ponían en aprietos a un conjunto culé que buscaba el tercero a la contra.

Este dominio del Villarreal no pasó desapercibido para el cuerpo técnico culé que decidió sustituir a un flojo Sergi Roberto por De Jong, con la finalidad de mantener el balón y frenar las constantes oleadas rivales que parecían venir cada vez con mayor frecuencia.

El partido poco a poco fue durmiéndose hasta la entrada de Ansu Fati a poco más de diez minutos del final. El velocísimo extremo guineano -ya nacionalizado español- dio ese necesario toque de verticalidad y fue el más destacado del tramo final, llegando a tener en sus botas una ocasión de gol que él mismo había generado. Y así, con ese sabor agridulce, acabó el encuentro en el Camp Nou. Ernesto Valverde salva su primer match ball a la vez que suma tres importantes puntos.