En Liga, el derbi por excelencia siempre fue el Real Madrid-Fútbol Club Barcelona, pero en Copa, siempre ha sido el Fútbol Club Barcelona-Athletic de Bilbao. Entre las innumerables disputas, un reparto de títulos aventajados al resto de perseguidores: 3o trofeos para los culés y 23 para los leones.
ATHLETIC CLUB, AVANZAR SUFRIENDO
Los leones han llegado a las puertas de las semifinales en un viaje con más turbulencias de las previstas en un primer momento para un club de su entidad y solera. Cierto es que las dos primeras rondas, ante el Intercity (0-3) y Sestao River (0-4), se saldaron con dos cómodas victorias, pero poco tendrían que ver con las dos siguientes donde Elche y Tenerife, dos conjuntos de segunda división, le pusieron las cosas muy complicadas.
PRECEDENTES COPEROS
Ambos conjuntos han cruzado sus caminos, sin contar el encuentro de hoy, hasta en un total de 41 encuentros en esta competición. Los culés tienen una considerable ventaja respecto al conjunto vasco, consiguiendo la victoria hasta en 23 ocasiones, sólo cayendo derrotados en 12 de ellos y consiguiendo el empate en otros 6. Pero, siendo realistas, todos estos precedentes poco sirven de cara al vital encuentro que los de Setién afrontan en este nuevo formato eliminatorio, donde todo -a excepción de las semifinales- se juega a un único partido. Cara o cruz, no hay más.
El primero de estos duelos data de hace un siglo, cuando en 1920 el F.C. Barcelona, en el Estadio de «El Molinón» y ante 10.000 espectadores, batía al Athletic por dos goles a cero, levantando así la cuarta Copa de su historia.
Lejos de quedar ahí la cosa ambos clubes han disputado entre sí otras siete finales a lo largo de estos últimos cien años, y de nuevo, son los rojiblancos quienes salen malparados. El Athletic sólo ha conseguido levantar el título ante los culés en dos ocasiones, fue en los años 1932 y 1984, venciendo en ambos por la mínima.
LA FINAL DEL BERNABÉU
En 1984 y con el templo madridista como sede, Barça y Athletic se verían las caras. Al conjunto culé sólo le quedaba la carta de la Copa, mientras que el vasco iba en busca de su doblete, tras ganar la Liga con Javier Clemente al mando. Distante al partido, aquel día se recordará por ser uno de los episodios más violentos del fútbol español, con Diego Armando Maradona y Andoni Goikoetxea como protagonistas.
El astro argentino estuvo sin jugar hasta el 8 de enero de 1984 después de que el mismo Goikoetxea le fracturase el tobillo izquierdo unos meses antes. Ya en la final y en mitad de un cúmulo de tensión, el zaguero del Athletic ni siquiera fue expulsado, y recién acabó el partido, le dieron 18 partidos de suspensión, que por la apelación del club bajó a 10 y terminó en solo 7.
LA MARAVILLA DE LEO MESSI EN 2015
En el Camp Nou se jugaba el segundo título oficial de una temporada complicada para el Barça de Luis Enrique. Con el campo a favor, el diez desplegaría una exhibición de fútbol para el recuerdo. Sin duda, a nadie se le olvidará la antológica jugada de Messi por la banda derecha, regateando hasta cuatro contrarios y disparando sin apenas ángulo. Una final donde el conjunto culé fue muy superior, y que sirvió de estímulo para afrontar la guinda del pastel en Berlín.
ÚLTIMO ENFRENTAMIENTO COPERO
Para rememorar el último enfrentamiento copero entre catalanes y vascos tenemos que echar la vista atrás tres temporadas, en la 2016/17. Aquel día el F.C. Barcelona se deshizo de los leones por tres goles a uno en el Camp Nou, remontando la eliminatoria para así avanzar de ronda en una Copa que acabaría ganando ante el equipo revelación de aquella edición, el Deportivo Alavés.
EN BUSCA DE UNA VICTORIA BALSÁMICA
Las aguas en Can Barça están revueltas y sólo una victoria en San Mamés puede que las calme. La tarea es difícil, pero ni mucho menos imposible. La última visita copera al feudo rojiblanco se saldó con derrota, al igual que la última en la competición doméstica, algo que aún así no debe preocupar a la entidad culé.
Este nuevo formato copero, a partido único, no permite fallo alguno y los jugadores, después del susto en Ibiza, son conscientes de ello. Saben que una derrota, como ya ocurriese en la temporada 2016/17, sería fatal para el club y acabaría, ya de manera definitiva, con el aún latente sueño de un nuevo triplete.