José Manuel Pinto jugó al servicio del FC Barcelona durante 6 temporadas. A pesar de que su rendimiento ha sido cuestionado en numerosas ocasiones, el segundo portero de Valdés ha salvado los muebles del equipo en momentos clave. Uno de ellos, el recordado penalti que detuvo en Son Moix, estadio del Mallorca, que amarró el pase del conjunto ‘culé’ a la final de la Copa del Rey 2008-09. Rememoramos esta anécdota, dado que el Barça jugará frente al Mallorca este sábado 13 de junio, en el retorno de la Liga tras el parón por la Covid-19.
El cancerbero gaditano jugaba de titular en una vuelta de semifinales de Copa del Rey que enfrentaban al FC Barcelona y el RCD Mallorca en el feudo balear. Si bien el cuadro culé encaraba el cruce con una ventaja de dos goles tras haber vencido en la ida por 2 a 0, en el partido de vuelta el desenlace pudo ser bien distinto. Los ‘bermellones’ llegaron a adelantarse 1 a 0, quedando la igualada a un solo tanto. Aunque el Barça conservase la ventaja, el Mallorca rozó el empate mediante un penalti que detuvo Pinto con la mayor picardía. Este gol hubiese supuesto una prórroga que mermaba sensiblemente los intereses de los azulgranas, quienes competían con un jugador menos.
Pinto llamó la atención del lanzador de la pena máxima, José Luis Martí, silbando e indicándole que se iba a tirar a la izquierda. Acto seguido, el capitán del equipo bermellón sonrió, asintió y lanzó el penalti centrado. No obstante, el portero del Barça había dejado los pies en su estirada cubriendo, también, esa zona de la portería. Ello le valió la atajada de la noche, y mantener el pase del FC Barcelona a la final intacto. El balón salió despedido tras rebotar en las piernas de Pinto, imposibilitando una segunda ocasión mallorquina. Más tarde, Messi se encargaría de traer la tranquilidad al banquillo ‘culé’ empatando el partido y sentenciando la eliminatoria en el minuto 80.
Finalmente, todos los elogios se dirigieron a un Pinto también partícipe del histórico sextete del Barça de Guardiola. El gaditano fue un pilar del vestuario, humilde y divertido, asumiendo su rol secundario desde su llegada a las oficinas del Camp Nou en 2007 sin levantar la voz a nadie. Cabe recordar que en la temporada 2005/06, el guardameta se adueñó del trofeo Zamora como mejor portero de Primera División, fruto de los 25 goles encajados en 36 partidos. Unas veces rindió mejor que otras, pero nadie podrá achacar a José Manuel Pinto falta de compromiso bajo el arco del FC Barcelona.