Barcelona y Juventus confirmaron los rumores que durante más de dos meses hemos estado escuchando. Arthur se convierte en la primera e inesperada venta de los culés para la próxima temporada, y Pjanic, la primera incorporación. Este negocio se explica como un ajuste de números para maquillar los resultados anuales, cada vez más negativos por la crisis del Coronavirus.

LAS CIFRAS

Arthur se va a Italia dejando 72M€+10M€ en variables, y por el bosnio se pagarán 60M€+5M€ en bonus. A priori, el beneficio contable es de 17M€ si se cumplen las variables de ambas partes, pero de ahí habría que restarle también el salario de Pjanic, que será de unos siete ‘kilos’ al año. El Barça sólo buscaba mantener su imagen de cara al Fair Play financiero hoy 30 de junio, y lo ha logrado. Este trueque se convierte en uno de los negocios que define la gestión de la directiva de Bartomeu, más preocupada por lo económico que por lo deportivo.

UN NEGOCIO SIN SENTIDO

Pjanic no es para nada malo. Su trayectoria en Europa ha sido notable, siendo clave en equipos como Lyon, Roma y Juventus. Pero como todo jugador, cumple años, y su nivel poco a poco va disminuyendo en relación a la exigencia de las competiciones más duras del continente. En el equipo de Turín había sido indiscutible hasta ahora, pero adoptando la posición de pivote, donde se encuentra más agusto. Ahora, sin embargo, vendrá al Barça para suplir a un interior, precisamente lo que se necesita buscar, pero estamos hablando de un rol arriesgado. Con Pjanic, la entidad azulgrana se beneficia de su control, de su visión, de su exquisito golpeo y de su experiencia, pero retrocede en la búsqueda de centrocampistas que sean capaces de romper líneas, lo que potencia el ataque. Además, la diferencia de edad es otro de los factores que nadie se explica, con un Arthur joven y toda su trayectoria por delante, mientras que el bosnio ya entra en la recta final de su carrera.