18 años y ya le piden un graduado en Europa. Es lo que tiene ser uno de los grandes. Te lo piden todo y te lo piden ya. Pero porque uno sabe lo que puede ofrecer ese jugador. Pedri González está llamado a ser una de las figuras de este Barça y para confirmar sus buenas prestaciones esta edición de Liga de Campeones se erige como fundamental para su carrera deportiva.

En su debut europeo el joven mediocentro irrumpió con fuerza. Disputó siete partidos y anotó un tanto, ante el Ferencváros. Sus números fueron buenos, de eso no hay duda. Sin embargo, tal vez este Barça necesita ver a un Pedri mucho más protagonista en Champions, la competición más exigente del mundo a nivel de clubes. Hay motivos suficientes para pensar que el ’16’ culé puede firmar una gran Liga de Campeones. Son tres los motivos que conforman la teoría.

Pedri y Juan Cuadrado en la edición de Champions pasada. Fuente: Getty

Vamos con la primera. El jugador viene de firmar una excelsa Eurocopa. Tal vez una de las más mediáticas de la historia reciente de la selección. El joven lo disputó todo. Se sacó un máster en prórrogas, la parte más dura del fútbol. No solo por el cansancio físico, también por la pesadez mental. Uno vive esos momentos con muchísima tensión e incertidumbre. Pues bien, demostró madurez, inteligencia y, sobre todo, un muy buen fútbol ante rivales de talla mundial. Esa experiencia en la selección le puede venir muy bien para asentarse y autoconvencerse de que competiciones de esta índole son en las que merece estar.

Pedri vs Italia en las semifinales de la Euro 2020. Fuente: Getty

En segundo lugar, la carga de minutos. Al hilo de lo hablado en el anterior punto, Pedri ya ha demostrado que tiene cualidades para dar la cara cada sábado o domingo. Ya es un fijo. Ya tiene un hueco en el once seguramente pase lo que pase. El jugador nos ha enseñado sus trucos y ahora es momento de aprender nuevos y, sobre todo, de disfrutar siendo el mejor. El joven canario ya no necesita enfocar su partido en eso que otros muchos futbolistas sí deben hacer: “Cada partido es una final para mí”, “Tengo 90 minutos para demostrar de lo que soy capaz”. Se quita un peso importante, por tanto. Ahora son momentos de probar y de hacer lo que mejor le venga al jugador. Si le viene bien a él, le vendrá bien al Barça.

Por cerrar la teoría, la ausencia de estrellas en Barcelona. Otros años podíamos señalar con el dedo a grandes superhéroes. Eran jugadores planetas. El resto de jugadores que confeccionaban la plantilla orbitaban alrededor de ellos. Este año no hay eso, o, al menos, no de manera tan nítida. Ahora cada uno debe dar un pasito hacia delante, pero sí que es cierto que hay determinados jugadores que deben dar dos o tres más. Porque pueden hacerlo y antes no podían. Pedri es uno de ellos. En esa libertad a la que se incentiva puede que nos topemos con un jugador mucho más descarado y divertido.