En la medular blaugrana, si el aficionado pone el oído y escucha con atención, se percibe desde hace días una melodía digna de la era de músicos del Renacentismo. Acercándose más, los entendidos descubren que a los clásicos de la cuna del arte, el Sacro Imperio Romano Germánico -en este caso, Alemania y Países Bajos- se les ha unido un maestro de origen poco habitual, las Islas Canarias.

Por supuesto, son Frenkie de Jong, Pedri e Ilkay Gündogan el trío de cuerda que hace afinarse a la orquesta del Barça al completo. Desde la incorporación del alemán, las lesiones de Pedri y Frenkie habían impedido que Xavi pudiese organizar el movimiento de la pelota alrededor de estos tres maestros. Pero la recuperación del canario y más recientemente, de Frenkie, han ayudado a que este Barcelona sea totalmente diferente al de hace tan solo unas semanas. Escoltando a Gündogan, ayudan a que el ex del Manchester City se vaya acercando a la versión que presentaba con Pep.

 

 

El trío calavera, más bien maravilla, dio con la tecla de juego durante el encuentro del domingo ante el Atlético y, disfrazándose de los mejores Iniesta, Xavi y Busquets, dieron un recital del mejor fútbol visto en Montjuic hasta la fecha sobre todo durante la primera parte. Evidentemente, es muy complicado realizar una mala actuación grupal teniendo inspirados a tres futbolistas como lo son ellos, insustituibles ahora mismo en el centro del campo blaugrana (y menos mal, con la lesión de gravedad de Gavi). Su habilidad, su cerebro y su forma de entender este deporte muestran a los escépticos que el nuevo fútbol no es tan diferente, que no es necesario un pivote de físico apabullante si se dispone de un arquitecto que sepa distribuir el balón en el tiempo y el lugar idóneos.

Las notas de los tres jugadores contra el Atlético.

Lo que se vivió en el Estadi Olímpic este domingo fue el preámbulo de lo que serán capaces cuando estén más hechos los unos a los otros. Frente a los colchoneros, De Jong fue el encargado de distribuir el juego como lo creía oportuno, con controles y conducciones que pusieran a los futbolistas blaugranas en situaciones de superioridad. Pedri es el eterno involucrado e Ilkay, la necesaria voz de la experiencia.

Pedri, completamente rodeado por rojiblancos. Fuente: FC BARCELONA

Entre los tres repartieron 251 pases ante el Atlético –Frenkie y Gündogan entre ellos, la friolera de 46 pases-, sumados a 15 recuperaciones. Tanto el holandés como el germano intervinieron en más de una centena de ocasiones, echando un cable a los centrales en la salida del balón mientras que Pedri fue situado más adelante. Los tres lideraron alguna estadística de las tablas: Gündogan fue primero en intentos de pases (100, 88% de efectividad) y en pases entregados en el último tercio. También lideró empatado con Frenkie en recuperaciones, así como estuvo a la cabeza junto a Pedri en ocasiones creadas (tres cada uno). El tinerfeño, pese a su papel más ofensivo, estuvo generoso con sus compañeros en defensa, atento a las presiones y comprometido en todas las facetas posibles del juego.

En definitiva, un partido total y ‘mágico’ de la triada de cuerda, capaz de insuflarle a Xavi algo de tranquilidad de cara al importante reto contra el Girona.