Leo Messi vive el momento más dulce de la temporada en lo personal y lo colectivo. El ‘10’ del Barça acumula 7 goles y 4 asistencias en los últimos 7 partidos oficiales. La remontada copera frente al Sevilla supuso un punto de inflexión que espera refrendar en la vuelta de los octavos de Champions contra el PSG. Para más inri, el atacante rosarino votó por primera vez en unas elecciones a la presidencia del FC Barcelona, señal de su compromiso con el club.
El astro argentino al fin sonríe. El Barça ha sustituido las nefastas actuaciones frente a Sevilla y PSG en las idas de Copa del Rey y Champions, por una venganza doble contra los hispalenses en Liga y en la vuelta de Copa. Koeman ha hallado el remedio a los males del equipo con el esquema 3-5-2. La cantera se ha convertido en la seña de identidad de un club que había abandonado la apuesta por la Masia. Leo por fin ve brotes verdes personificados en Pedri, Moriba, Mingueza, Ansu Fati o Araújo.
Las dificultades económicas han empujado al Barça a apostar por jóvenes del filial, que en otro contexto de bonanza económica no tendrían sitio en favor del despilfarro en fichajes. Afortunadamente, el club ha tomado un nuevo rumbo desde la victoria de Laporta en las elecciones presidenciales este domingo. La entidad deportiva catalana cuenta con unos cimientos sobre los que construir un nuevo futuro.
Junto al proyecto, el contexto deportivo es el otro aliciente para que Leo renueve una última vez por el Barça. El equipo marcha segundo en La Liga, a 3 puntos de un Atlético que ha pinchado en tres de sus últimos 5 compromisos ligueros. Los ‘colchoneros’ cuentan con un partido menos, pero todavía han de enfrentarse en la segunda vuelta a los pupilos de Koeman. La situación en Liga invita al optimismo, tras una victoria solvente ante todo un Sevilla seguida de otro triunfo frente a Osasuna.
Sin embargo, el mazazo para los andaluces fue doble, puesto que el Barça los doblegó dos veces consecutivas en una semana. Messi mostró su cara más alegre en la celebración del 3-0 copero, que le devolvió la ilusión de levantar un título a final de temporada. Asimismo, el astro argentino se fundió en un efusivo abrazo con Koeman. Las afirmaciones de Leo la temporada anterior lamentando que “este equipo no ha dado ni para ganar la Liga” han quedado atrás. Messi ya sacó pecho tras la hazaña copera aseverando que «vamos a por todo».
La temporada aún no ha terminado, pero Messi no está tan lejos de Can Barça como parecía en un inicio. La entrada de Laporta al club ha brindado la estabilidad anhelada, los cambios de Koeman han surtido efecto, y la afición del Barça vuelve a creer en una remontada histórica frente al PSG. Este equipo no es el polvorín que algunos querían pintar, y Leo lo sabe. Por ende, voto en los comicios del club es sintomático de su voluntad de ayudar a sentar las bases del futuro proyecto. El Messi más ambicioso e ilusionado ha vuelto.