Inter de Milán y Barça disputaron esta noche el último encuentro de la fase de grupos de la Champions League 2019-20. Los de Ernesto Valverde llegaban con los deberes hechos, el primer puesto bajo el brazo y un once plagado de jugadores menos habituales. Situación radicalmente diferente en el bando nerazzurro. Antonio Conte y los suyos necesitaban de una victoria para superar al Borussia Dortmund en la tabla y acceder así a los octavos de final. Lautaro Martínez y Romelu Lukaku encabezaban un once de garantías pese a las sensibles bajas de Stefano Sensi y Nicolo Barella. 

El partido comenzó con un mentiroso dominio azulgrana. El esquema de tres centrales dibujado por Ernesto Valverde no cambió la idea culé de salir jugando desde atrás, pero, sin las piezas acopladas aún al nuevo engranaje, la presión del Inter les impedía avanzar con facilidad. Sin exigir excesivamente a la línea de centrales, los nerazzurri conseguían robar con facilidad en el centro del campo y lanzar ataques muy peligrosos. Hasta en dos ocasiones estuvo a punto Lukaku de perforar la portería azulgrana en los primeros diez minutos.

Carles Pérez y Todibo se presentan ante Europa

Pese a las constantes acometidas de los locales, el Barça consiguió por fin salir de la presión con una genial arrancada de Todibo. Superada la primera muralla, los azulgrana encontraron a Griezmann, que filtró un buen balón a Arturo Vidal y, aunque con fortuna, este dejó la pelota en boca de gol para que Carles Pérez anotara el cero a uno. El gol noqueó al Inter durante los siguientes minutos. Empezaron a aparecer las prisas y, fruto de estas, las imprecisiones. Las pérdidas en campo propio a punto estuvieron de costarle más de un disgusto, pero, por suerte para ellos, ninguna de estas terminó abultando aún más el resultado.

Solo a partir de la insistencia de Lautaro Martínez, que parecía el único que no bajaba los brazos, el Inter lograba llegar a los dominios de Neto. A base de ganar disputas, el menudo jugador argentino fue sumando compañeros a la causa y, rozando el descanso, el Inter volvía a ser merecedor del gol. Cuando ya se avistaba el pitido del árbitro, D’Ambrosio colgó el balón desde campo propio para que el ‘10’ nerazzurro ganase la disputa a Todibo. Ya de espaldas a la portería, Lautaro cedió de cara a un Lukaku en carrera que fusiló a Neto por el palo corto. El Inter lograba así el gol antes del descanso para firmar unas tablas que parecían lo más justo.

El paso por vestuarios no cambió el guión. Con la tranquilidad del que no se juega absolutamente nada más que el honor, el Barça siguió a lo suyo, aguantando las embestidas de un Inter que veía como se le escapaba el pase a octavos y disfrutando con la vitalidad que daban al juego Aleñá, Todibo o Carles Pérez. Con más corazón que cabeza, los de Conte insistieron, pero la falta de ocasiones claras iba minando cada vez más el ánimo de sus ataques. Lautaro incluso anotó dos goles que no subieron por al marcador por posición antirreglamentaria. 

Ansu Fati sigue de dulce

Ya con los locales volcados en ataque, el Barça llegaba con más claridad al área de Samir Handanovic. La entrada de Suárez y De Jong dio más dinamismo y mordiente a un Barça que, pese a que atacaba bien, quizá necesitaba de referentes en zona ofensiva. Ya en el tramo final, llegó la guinda. Ansu Fati reaparecía tras su lesión y, a los tres minutos, realizó una pared con Suárez que el propio canterano terminaría enviando a la red para sellar la victoria. El Inter finalizaba así su andadura en esta Champions y el Barça afianzaba las sensaciones de jugadores menos habituales que serán vitales en el mes que se avecina.