El 24 de noviembre de 2020, fue una fecha que quedará grabada para siempre en la familia de los hermanos Mingueza, un día inolvidable tanto para Óscar, que debutaba con el primer equipo del Barça en Champions, como para Ariadna, la pequeña de los dos hermanos que, por aquel entonces, veía como su hermano mayor conseguía el sueño por el cual estaban luchando juntos desde que eran niños. Fueron ascendiendo por todas las categorías del club hasta que Óscar con 21 años y Ari con 17, dieron el salto al primer equipo.
“Aun recuerdo en 2007 cuando yo tan solo tenía 4 años y tú fichabas por el club de tus sueños, 13 años después has cumplido tu sueño”, escribía Ari en una publicación en Instagram con una foto de su hermano cuando llegó al Barça y otra del día de su debut. En este momento ella no sabía que, varios meses después, también llevaría el apellido Mingueza a lo más alto.
El 20 de enero fue convocada por primera vez con el primer equipo para enfrentarse al Rayo Vallecano, pero no terminó saliendo al terreno de juego. Sí lo hizo el 6 de marzo cuando, a falta de 10 minutos para que la árbitra pitara el final del encuentro entre el Santa Teresa y el Barça, saltó al campo sustituyendo a Jennifer Hermoso, ni más ni menos. Lo que para ella fue un sueño hecho realidad.
Hasta ahora, Óscar Mingueza se ha ido consolidando con el primer equipo, aprovechando cada vez mejor las oportunidades que ha tenido en el conjunto de Ronald Koeman hasta convertirse en uno de los hombres fundamentales en la zaga blaugrana. En cambio, el camino de Ari Mingueza con el primer equipo del femení solo acaba de empezar y, esperemos, que tenga más minutos. Las titulares habituales también lo agradecerán. A los dos les espera un futuro y un presente prometedor, y si es en el club mucho mejor. Los hermanos Mingueza son ya una realidad y esto “solo acaba de empezar”, como decía Ari en aquel ‘post’.
No es la primera vez que dos hermanos culés pueden presumir de haber coincidido jugando ambos en la máxima categoría. Víctor Tomás, ex capitán del equipo de balonmano, y su hermana Carla, ex futbolista, coincidieron durante tres temporadas compitiendo en el primer equipo de las respectivas secciones del club. Víctor debutó en el Barça en el año 2002 y Carla lo hizo un año después. Finalmente, en 2006 esta historia llegó a su final cuando Carla dejó el fútbol profesional durante un tiempo.
No podemos asegurar nada de lo que pasará en un futuro pero, de momento, si que podemos disfrutar de los y las jóvenes que vienen pisando fuerte desde abajo, trabajando y luchando para cumplir su objetivo: triunfar en el FC Barcelona.