El FC Barcelona venció y convenció con un 3 a 1 ante el Valencia de Bordalás en encuentro de La Liga Santander. El cuadro catalán tuvo que darle la vuelta a un tempranero gol de Gayà. Aun con el marcador a favor el triunfo no estaba sellado hasta el postrero gol de Coutinho, una inyección de confianza para el atacante brasileño y para el equipo, que el próximo miércoles reanuda la Champions ante el Dynamo con la obligación de obtener los primeros tres puntos en competición europea. Varios brotes verdes devolvieron la ilusión al Camp Nou, como la sociedad entre Ansu y Depay, o jugadas decisivas del ’10’ azulgrana que desatascan partidos.

Sexta vez que el Barça encaja de inicio

Koeman echó mano de Dest como extremo diestro, ante la ausencia de jugadores con profundidad y desborde. El conjunto azulgrana comenzó el encuentro enchufado, conectando una primera contra que finalizó Ansu Fati con un disparo mordido al lateral de la red. Sin embargo, este año la suerte da la espalda a los azulgranas una vez tras otra. En el minuto 5, Gayà aprovechó un rechace defensivo para sacarse un disparo ajustado al palo desde más de 20 metros, inalcanzable para Ter Stegen. Sexto partido que el FC Barcelona empieza a remolque de los diez que ha disputado hasta ahora, una carencia preocupante.

Afición y equipo respondían como mejor sabían hacer, unos animando y los otros atacando sin bajar los brazos. Una buena combinación por el costado izquierdo entre Gavi y Jordi Alba desembocó en un centro del lateral que solo la defensa valencianista pudo enviar a córner, pues Dest llegaba como una flecha al segundo palo.

Sin embargo, a diferencia de otras veces, Koeman ya tiene al heredero del ‘10’ a su disposición. El hijo pródigo del Camp Nou, Ansu Fati, trazó una pared perfecta con Memphis en el minuto 13 para culminar con un tiro raso de mucha calidad desde fuera del área que superó a Cillesen. Las comparaciones son odiosas, pero la afición esboza la misma sonrisa ilusionante presenciando a Ansu que cuando Messi deleitaba con sus primeras galopadas ‘maradonianas’ a la grada.

Ansu Fati celebra su segundo gol en La Liga | Getty

Hacia la media hora de partido, los dos equipos bajaban el ritmo, incluso tomando la iniciativa en algunos instantes el Valencia. El equipo azulgrana transmitía cierta inseguridad en las llegadas aisladas de un Guedes siempre eléctrico. De nuevo, el conjunto azulgrana echaba en falta verticalidad en el mediocampo, más allá de las diagonales trazadas desde la banda izquierda entre Ansu y Depay. El regreso de Jordi Alba al carril izquierdo motivaba que los ataques se concentrasen por la banda del de L’Hospitalet.

El último cuarto de hora de la primera parte el equipo ‘ché’ empezó a retrasar líneas ante el empuje azulgrana con Maxi Gómez como referencia arriba para pelearse con Piqué y Eric. De hecho, en el minuto 39 llegó la recompensa a la persistencia de los pupilos de Koeman. Depay en el balcón de área se giró maravillosamente, abrió para Jordi Alba, omnipresente en su hábitat, el lado izquierdo, y el centro del lateral lo iba a rematar Ansu, que caía en la frontal del área pequeña. La perla azulgrana cedía un penalti dudoso a su socio Memphis, que en el minuto 40 fusilaba por la escuadra derecha a un Cillessen inmóvil, que esperaba una vaselina de su compañero en la selección holandesa.

Memphis ha batido por la escuadra a su compañero de selección Cillessen | Getty

Al finalizar la primera parte el Barça ya había sido capaz de darle la vuelta al marcador frente a un equipo tan defensivo como el Valencia de Bordalás. En cuanto a sensaciones, el conjunto de Koeman ya daba una mejor impresión en ataque, una sociedad entre Ansu y Memphis que deja atrás la soledad que vivía el delantero holandés en ataque en anteriores partidos. A diferencia de los duelos jugados antes del parón, en el Barça empiezan a aflorar brotes verdes en forma de individualidad como Ansu, o de un mejor juego colectivo materializado en una buena presión coral tras pérdida. La nota negativa, un Gavi condicionado por ver la tercera amarilla en seis partidos de La Liga.

Con la reanudación del partido, el Barça tenía la oportunidad de distanciarse en el marcador. Una magnífica combinación de todo el equipo terminaba en un disparo raso de Ansu que obligaba a intervenir al arquero valencianista. Si bien el juego de los azulgranas prodigaba optimismo, el luminoso aún señalaba un 2 a 1 demasiado ajustado. Es más, los valencianistas casi sacaron petróleo de su primera posesión en campo rival, con un tiro de Carlos Soler al palo. El Barça sin balón y defendiendo en el área desataba dudas. Minutos después, Guedes volvía a avisar con un misil desde fuera del área que sacaba una mano de Ter Stegen más propia del balonmano.

En el minuto 58 se producía el cambio lógico de Ansu por Coutinho, no sin antes recibir una atronadora ovación de un Camp Nou rendido. A su vez, Bordalás también movía ficha dando entrada a Marcos André por Hugo Duro, más pólvora en ataque.

Una vez transcurridos los 70 minutos, la mejor noticia para Koeman eran las nulas llegadas del Valencia al área y un Barça que ganaba presencia en el campo. No hay mejor defensa para este equipo que tener el balón el máximo tiempo posible. A falta de 20 minutos para el pitido final, Gavi abandonaba el campo ante un aplauso generalizado de la grada, que agradecía su entrega y su buen hacer con tan solo 17 años. También abandonaba el terreno de juego Sergi Roberto, igualmente aplaudido por la afición. En su lugar, entraban de refresco Nico y Mingueza.

A pesar de la intención del entrenador valencianista de espolear al equipo con más cambios, ambas permutas eran obligadas ante las molestias tanto de Guedes como de Foulquier. Así, el joven Yunus Musah pisaba el verde a la vez que Cherychev por los dos lesionados.

Aunque el Barça dominaba el partido haciendo correr a un Valencia impotente que no llegaba al balón, los visitantes todavía inquietarían en una acción personal por banda de Carlos Soler. El capitán valencianista se internaba en el área hasta línea de fondo, y su pase atrás lo interceptaba Piqué. También avisaría Maxi Gómez mediante una falta por bajo que marchaba ligeramente desviada. Los azulgranas no firmaban la sentencia, y una acción aislada podía salirles cara.

La redención de Coutinho

Finalmente, en el minuto 85 el Camp Nou, al fin, respiraba tranquilo. Dest se revolvía en el área y veía a un Coutinho solo en el área pequeña, que apuntillaba al Valencia y se ganaba el cariño del estadio con el 3 a 1. El brasileño había ayudado continuamente a prolongar jugadas en ataque, además de romper líneas con sus regates. Prácticamente se cumplían 11 meses de la última diana del brasileño frente a su afición. Para poner la guinda a la fiesta culé, acto seguido, el Kun Agüero debutaba entre aplausos en sustitución de Dest. Esta vez, a la sexta fue la vencida, primera remontada del Barça de Koeman esta temporada.