Volvía a actuar el FC Barcelona en La Liga, con sus respectivas declaraciones polémicas durante la semana y las decisiones cuestionadas del técnico. En esta ocasión, durante toda la semana se había escuchado a Antoine Griezmann y su entorno hacer patente su malestar por la situación del francés en el club, y eso le mereció la titularidad a pesar de no estar haciendo méritos para ello. Del mismo modo, Riqui Puig volvió al banquillo después de haber sido el mejor en el centro del campo en los últimos partidos.

Asimismo, volvieron los jugadores que, por galones en el vestuario más que por méritos, deberían jugar. Sergi Roberto jugó en el centro del campo ocupando el sitio de Riqui, mientras que Busquets volvía a dejar a Ivan Rakitic en el banco en la posición de mediocentro.

A pesar de las críticas al técnico, apenas tardaron 3 minutos en callar las bocas de aquellos que no creían. Una jugada de Sergi Roberto, que rompió líneas en conducción, llegaba a Jordi Alba en la banda. Este, tras llegar a línea de fondo, ponía un balón raso a Antoine Griezmann al primer palo, que de taco remataba cerca del guardameta rival para poner el 0-1 aunque finalmente fuese Pau Torres, defensor del Villarreal, quien terminara introduciendo el balón en la portería. Sorpresa para los aficionados del Barça, que veían como los que venían con un nivel por debajo de lo habitual adelantaban a su equipo.

Con la ventaja inicial que prácticamente se encontraron los de Setién, encararon el partido sin la ansiedad del gol y seguir sumando, y eso les permitió asentarse en el terreno de juego y conceder poco durante los primeros 10 minutos. Sin embargo, un gran desmarque de Paco Alcácer, con una transición defensiva muy deficiente de los de Setién desembocó en un rechace de Ter Stegen que Gerard Moreno remató a placer, sumando así el empate al marcador. Ciertamente, duraron poco las buenas sensaciones en el equipo blaugrana.

En la ida y vuelta del encuentro, con ocasiones para ambos durante los 20 primeros minutos, terminó ganando el Barça, cuando una tremenda conducción de Messi terminó en los pies de Luis Suárez, que con el interior de la bota derecha mandaba a la escuadra el esférico para volver a adelantar al Barcelona.

Durante la primera media hora de encuentro, ambos equipos se mostraron dinámicos, y gracias a ello el partido era intenso, con ocasiones en los dos lados y entretenido. La mejor prueba de ello eran los tres goles en el luminoso. No obstante, a partir de la media hora de encuentro el Barça intentó dominar algo más el encuentro con posesiones más largas y un juego más horizontal. Tras la pausa de hidratación, con las fuerzas repuestas, el ritmo volvía a apoderarse de la pelota.

En el minuto 35 se producía la primera sustitución en el partido, y dentro de lo que cabe fue una noticia positiva, ya que Paco Alcácer, que había hecho daño al Barça en el primer gol, se retiraba con molestias. Lo sustituyó Carlos Bacca, que casi en su primera aparición obligó a Ter Stegen a sacar una buena mano para despejar una acción muy parecida a la que desembocó en el primer tanto “groguet”.

Poco después, en una salida rápida del Barça, Griezmann daba un pase medido en comba que ponía a Arturo Vidal solo ante Asenjo. Por desgracia, el chileno tiró un punterazo al centro que detuvo el guardameta sin problemas. En esta acción se hacía patente que hoy sí, por fin, estaba demostrando el francés lo que puede dar al equipo de Setién. A la par del delantero, todo el equipo se estaba gustando con el juego combinativo, creando ocasiones y haciendo un fútbol agradable a la vista.

Para colmo, justo antes del descanso, una espuela magnífica de Leo Messi dejaba en una posición muy favorable, de nuevo, a Antoine Griezmann, que con un toque sutil enviaba el balón por encima de Sergio Asenjo, ajustándolo al larguero para que cayese después dentro de la portería del Villarreal. 1-3 al descanso con “casi” doblete de Griezmann, probablemente una de las alegrías más grandes que podía recibir la afición azulgrana en este momento.

Griezmann fue el más destacado del partido

Empezaba la segunda mitad con una dinámica eufórica para los de Setién, y la alegría visitaba también el banquillo del “submarino” con la entrada de Bruno Soriano, que está volviendo a disputar minutos tras su grave lesión. A pesar de ello, el Barça siguió controlando con facilidad el partido, y por primera vez en mucho tiempo se vio un Barça seguro, divertido y con mucha solvencia con el balón. Con los de arriba enchufadísimos, las posesiones terminaban en peligro y, sobre todo Griezmann, aportaba en defensa después de hacer magia en el área rival.

En el minuto 52, el propio exjugador del Atleti dejaba con el pecho un balón precioso para Leo, que remató demasiado flojo con el interior para conseguir el gol. Al cuarto de hora de la segunda mitad, viendo Setién que el partido estaba controlado, dio entrada a Rakitic y Riqui Puig con la intención de mantener el dominio en la media. En la misma línea vino el cambio de dibujo, a un 4-4-2 en rombo que ya vimos ante el Atlético de Madrid.

Un Barça muy emocionante seguía creando ocasiones, mientras que Sergio Asenjo se convertía, a pesar del resultado, en el héroe de su equipo. En el minuto 68, una jugada excelente de los de Setién se convertía en un remate a placer de Messi a asistencia de Sergi Roberto, pero un fuera de juego anterior de Arturo Vidal invalidó el cuarto tanto con la consiguiente burla de Gerard Piqué.

Seguían los cambios, y en el minuto 70 el esquema del equipo volvía al 4-3-3 habitual con las entradas de Braithwaite y Ansu Fati por Antoine Griezmann, la gran noticia del partido, y Sergio Busquets. Entretanto, Riqui Puig seguía maravillando al espectador y ganándose su sitio a base de ganas y esfuerzo, peleando y corriendo cada balón.

En la recta final del partido, el Barça siguió contemporizando, y la entrada de Araujo por Piqué confirmaba que el partido estaba ya saldado. En esa situación apareció el joven Ansu Fati para, en jugada individual en el minuto 86, romper a Albiol y disparar al palo corto, a contrapié del portero, para anotar el definitivo 1-4. A pesar de eso, Asenjo todavía tuvo tiempo de hacer dos paradas cruciales y ver como una falta preciosa de Lionel Messi se estrellaba en el larguero.

Victoria importantísima para el Barça, que se reencuentra con su juego y reencuentra a Antoine Griezmann, un hombre clave en el proyecto. Aunque la recta final del campeonato liguero sea cuesta arriba y dependa de un error del Real Madrid, no hay que olvidar que en poco más de un mes llegará el desenlace de la Champions League, e ilusionar a la afición con buen juego y ganas es el mejor regalo posible ahora mismo.