El portugués, al fin, consiguió marcar su primer gol como azulgrana y de la mejor manera posible. Con un zurdazo que entró por toda la escuadra de Joel Robles, puso el decisivo 2-3 para que el Barça consiguiese unos importantísimos tres puntos del Villamarín, lo que le permite seguir en la pelea por la Liga.

Este tanto no es casualidad. El ex del Sporting de Braga lleva cosechando muy buenas participaciones en este inicio de año, especialmente desde el partido que jugó contra el Elche. A pesar de jugar apenas un cuarto de hora en aquel encuentro, fue suficiente para demostrar las cualidades que le llevaron a fichar por el Barça hace un año, estando activo y participativo en todo momento, pidiendo el balón, rompiendo líneas y encarando una y otra vez por la banda derecha.

Incluso dispuso de dos ocasiones muy claras, tras un disparo al palo largo y un gran remate de cabeza que no fueron gol gracias a Edgar Badía, que realizó dos paradas de mérito.

Trincao, durante una de sus ocasiones de gol ante el Elche. Fuente: FC Barcelona

Koeman le dio continuidad en Copa unos días más tarde ante el Rayo, formando parte del once titular y siendo de los jugadores más destacados del equipo aquella noche. Especialmente en la primera parte, donde incluso opacó la actuación de Messi, liderando todas las acciones de peligro del conjunto culé aunque sin suerte ni acierto en algunas decisiones, como en la ocasión en la que prefirió chutar a portería a pesar de tener solo al argentino en posición idónea de remate.

Una semana más tarde, ante el Granada, el luso regresó a la titularidad, algo ya habitual en la competición copera, como ocurrió ante el Cornellà o Rayo. Trincao fue nuevamente de los jugadores más activos e incisivos del equipo, aunque seguía sin tener fortuna de cara a portería. Esta vez fue el travesaño el que le negó su primer gol como blaugrana, tras un potente derechazo que no entró de milagro, instantes antes de ser sustituido en la segunda mitad, cuando el equipo iba 2-0 por debajo del marcador.

No obstante, en febrero y en su partido número 27 con la camiseta del Barça, su estreno como goleador azulgrana llegaría ante el Betis. Cuando en el minuto 87, el encuentro iba 2-2 y parecía que el Barça se despedía definitivamente de sus opciones ligueras, apareció Trincao con un trallazo desde la frontal del área que tocó en el larguero antes de entrar en la portería bética. Además de la importancia que tiene para el equipo ese tanto, el luso consigue quitarse un peso de encima que puede suponer un punto de inflexión en el momento crucial de la temporada.