Esta va a ser la cuarta temporada que disputará el francés en el equipo blaugrana, aunque no ha empezado de la manera que él deseaba. Tras abandonar la concentración con Francia el pasado domingo debido a una contusión en el pie derecho, el club ha comunicado que el ex del Lyon estará de cinco a seis semanas de baja tras detectarse una fisura en el segundo metatarsiano del pie derecho. Lo que significa que, como mínimo, Umtiti no debutará en partido oficial esta temporada hasta nada menos que el mes de noviembre.
Las lesiones que ha tenido le han jugado una mala pasada, sobre todo desde mayo del pasado año 2018, cuando empezó a tener problemas con el cartílago de la rodilla izquierda. Cabe destacar que el futbolista optó por un tratamiento conservador en vez de por la operación, opción que más aconsejaba el club. El mismo jugador alardeó hace unos días de que se siente orgulloso de haber forzado en el Mundial de Rusia y ser campeón del mundo, sin tener en cuenta las secuelas que le podrían acarrear en el futuro, consecuencias que paga el Barcelona, que es el club que religiosamente le costea cada año una cuantiosa ficha. Desgraciadamente, aquellas decisiones de forzar y no haberse operado les está pasando factura desde aquel campeonato, ya que el jugador no ha conseguido dejar atrás las lesiones
En un año, el jugador ha pasado de ser titular indiscutible con el Barça, ser campeón del mundo con la selección francesa e incluso llegar a ser considerado, si no el mejor, de los mejores centrales del mundo, a acabar siendo relegado a la suplencia. Lo mismo le ocurre en la selección francesa, donde Clement Lenglet le ha comido también la tostada. Umtiti no ha disputado ningún minuto en las tres primeras jornadas de Liga y para Valverde se ha convertido en el tercer central del equipo, por detrás de la dupla inamovible que desde la temporada pasada forman Piqué y Lenglet.
Umtiti no está bien, y Lenglet le ha ganado el puesto claramente. Desde que tuvo que asumir la titularidad por la lesión de su compatriota ha cumplido con creces su cometido y se ha convertido en la indiscutible pareja de Gerard Piqué.
La gran incógnita que encontramos alrededor de Umtiti es si llegará a recuperar el puesto que perdió el pasado año, aunque las sensaciones que ha mostrado durante la pretemporada no han sido buenas. Entre ellas, el gol en propia contra el Nápoles en pretemporada y otras actuaciones muy cuestionadas. Todo este conjunto de sucesos ha provocado que Samuel Umtiti haya empezado la temporada igual que la acabó, en el banquillo.
La presión por la que pasa él y su rodilla son altas, ya que, si la rodilla no le respeta, el club podría valorar la posibilidad de ir al mercado el próximo verano a por otro jugador. Quién sabe si, tarde o temprano, el Barça se arrepentirá de no haber traído este verano a De Ligt.
Esta va a ser la cuarta temporada que disputará el francés en el equipo blaugrana, aunque no ha empezado de la manera que él deseaba. Tras abandonar la concentración con Francia el pasado domingo debido a una contusión en el pie derecho, el club ha comunicado que el ex del Lyon estará de cinco a seis semanas de baja tras detectarse una fisura en el segundo metatarsiano del pie derecho. Lo que significa que, como mínimo, Umtiti no debutará en partido oficial esta temporada hasta nada menos que el mes de noviembre.
Las lesiones que ha tenido le han jugado una mala pasada, sobre todo desde mayo del pasado año 2018, cuando empezó a tener problemas con el cartílago de la rodilla izquierda. Cabe destacar que el futbolista optó por un tratamiento conservador en vez de por la operación, opción que más aconsejaba el club.
El mismo jugador alardeó hace unos días de que se siente orgulloso de haber forzado en el Mundial de Rusia y ser campeón del mundo, sin tener en cuenta las secuelas que le podrían acarrear en el futuro, consecuencias que paga el Barcelona, que es el club que religiosamente le costea cada año una cuantiosa ficha. Desgraciadamente, aquellas decisiones de forzar y no haberse operado les está pasando factura desde aquel campeonato, ya que el jugador no ha conseguido dejar atrás las lesiones y no ha vuelto a ser el que era.
En un año, el jugador ha pasado de ser titular indiscutible con el Barça, ser campeón del mundo con la selección francesa e incluso llegar a ser considerado, si no el mejor, de los mejores centrales del mundo, a acabar siendo relegado a la suplencia. Lo mismo le ocurre en la selección francesa, donde Clement Lenglet le ha comido también la tostada.
Umtiti no ha disputado ningún minuto en las tres primeras jornadas de Liga y para Valverde se ha convertido en el tercer central del equipo, por detrás de la dupla inamovible que desde la temporada pasada forman Piqué y Lenglet.
Umtiti no está bien, y Lenglet le ha ganado el puesto claramente. Desde que tuvo que asumir la titularidad por la lesión de su compatriota ha cumplido con creces su cometido y se ha convertido en la indiscutible pareja de Gerard Piqué.
La gran incógnita que encontramos alrededor de Umtiti es si llegará a recuperar el puesto que perdió el pasado año, aunque las sensaciones que ha mostrado durante la pretemporada no han sido buenas. Entre ellas, el gol en propia contra el Nápoles en pretemporada y otras actuaciones muy cuestionadas. Todo este conjunto de sucesos ha provocado que Samuel Umtiti haya empezado la temporada igual que la acabó, en el banquillo.
La presión por la que pasa él y su rodilla son altas, ya que, si la rodilla no le respeta, el club podría valorar la posibilidad de ir al mercado el próximo verano a por otro jugador. Quién sabe si, tarde o temprano, el Barça se arrepentirá de no haber traído este verano a De Ligt.
MarcCasamayor
septiembre 14, 2019 @ 1:50 pm
De ser el mejor central del mundo a ser el nuevo Vermaelen… En parte culpa de la directiva por no imponerse y ponerle una sanción por jugar el maldito mundial