Se respiraba ilusión en las rodalías del Spotify Camp Nou. La palabra que más se ha repetido durante este mercado de verano ha sido ilusión. Los nuevos fichajes y la gran pretemporada del Barça de Xavi auguraban un inicio liguero por todo lo alto. Pero hay que tener paciencia con este nuevo Barça de Xavi, ya que recordemos que aún es un proyecto en construcción.

El conjunto culé recibía al Rayo Vallecano en esta primera jornada de La Liga; un rival, a priori, para empezar de la mejor manera posible. Pero lo cierto es que los de Xavi se han encontrado un equipo muy sólido y trabajado, con el técnico Andoni Iraola al frente. El entrenador vasco ha planteado una presión inicial asfixiante para la salida azulgrana.

El Barça ha ido superando esa primera presión, pero en pocos momentos se ha mostrado cómodo sobre el verde. En la primera parte se han echado de menos a los interiores, Gavi y Pedri, aunque este último ha brillado como siempre, cuando ha podido. El juego culé se ha centrado por las bandas, con Dembélé y, sobretodo, Raphinha como protagonistas; el brasileño ha sido de los más participativos, aunque sus finalizaciones han sido poco acertadas.

Raphinha lamentándose tras una de sus acciones. FUENTE: Getty Images.

Por detrás de los dos extremos han jugado menos activos los dos laterales de hoy: Jordi Alba y Araújo. El de L’Hospitalet ha cuajado un partido por debajo de lo que se espera de un jugador del Barça, y el uruguayo ha dejado claro que su sitio se encuentra en el eje de la zaga.

Poco de Lewandowski hoy. El polaco ha acertado con su primer disparo con una vaselina exquisita, que lástimosamente ha quedado anulado por fuera de juego. En el otro lado del campo, Ter Stegen ha salvado a su equipo en el último minuto de la primera parte con un paradón frente a Álvaro García.

Robert Lewandowski desquiciado. FUENTE: Getty Images

Del Rayo, lo más destacable han sido las pérdidas de tiempo de su portero Dimitrievski. El meta macedonio ha sacado de quicio a los más de 80 mil culés que han acudido hoy al Spotify Camp Nou.

La poca fluidez que se ha visto en el juego azulgrana ha desaparecido en la segunda parte. Pedri no ha tenido suficiente protagonismo y eso el equipo lo ha notado. Busquets, poco lúcido, ha estado muy solo en el eje del campo, y los centrales, Éric y Christiensen han tenido pocas ideas para conectar con los interiores.

Ante ello, Xavi ha intentado revolucionar la cara de los suyos dando entrada a Ansu, Sergi Roberto y Frenkie. El 10 azulgrana ha tenido sus habituales destellos, y casi convierte su primer balón en una rosca al fondo de las mallas. De Jong ha sido de lo mejor del segundo tiempo, desatascando en muchos momentos el centro del campo con sus conducciones conectando defensa con ataque. Sergi Roberto, sin embargo, ha estado apagado.

Más tarde han entrado también un Kessié bastante anárquico, y un Aubameyang testimonial, a quien le han arrebatado el gol casi sobre la línea. Xavi ha acabado jugando con una especie de 3-3-4, con Frenkie como encargado de dirigir prácticamente todo el equipo.

Lewandowski ha tenido el gol de la victoria en sus botas, pero su zapatazo con la izquierda ha rozado el palo de la portería. Justo después, a falta de dos minutos reglamentarios para el final del partido, Dimitrievski ha visto la amarilla por pérdidas de tiempo. Tras un partido entero riéndose del estadio, Hernández Hernández ha considerado pertinente que era el momento adecuado para amonestarle.

En el descuento, Busquets ha visto la segunda amarilla y ha puesto la guida del pastel a este partido gris del Barça. El de Badía ha dado un golpe con el codo a Falcao, y se ha ido antes de tiempo al túnel de vestuarios. Por ello, el conjunto de Xavi no ha tenido más oportunidades para hacerse con el partido.

Busquets tras ver la segunda amarilla. FUENTE: Getty Images

Al final, el debut liguero en Barcelona ha acabado huérfano de goles. El Barça se deja dos puntos en este empate a 0 contra el Rayo Vallecano. Esta primera jornada de liga deja claras varias cosas. La primera es que el Barça necesita reforzar urgentemente ambos laterales, ya que Araújo como parche no es lo ideal para el equipo, y el nivel de Jordi Alba está lejos de ser el mejor. También queda claro que este nuevo proyecto de Xavi acaba de empezar y tiene mucho margen de mejora.