Todo parecía indicar que esta temporada iba a ser la de su consagración, después de un primer año muy decepcionante. El nuevo inquilino del banquillo azulgrana iba a ser nada más y nada menos que Ronald Koeman, perfecto conocedor de las cualidades de Frenkie, a quien pudo entrenar en la selección holandesa durante dos años, quien es, además, uno de sus ojitos derechos, y es que De Jong es el jugador del Barça con más minutos en sus piernas.

Con la llegada de Koeman, se esperaba ver la mejor versión de De Jong. Fuente: Associated Press

El centrocampista holandés jugaría en un 4-2-3-1, el sistema con el que brilló en su etapa en el Ajax y con el combinado nacional a las órdenes del ahora técnico culé. No obstante, después de una temporada y media en Barcelona, no hay rastro del De Jong que maravilló a media Europa, pasando completamente desapercibido. Su rendimiento no solo no ha dado atisbos de mejora durante estos meses, sino que parece desubicado en el terreno de juego, con flagrantes faltas de concentración y pérdidas de balón, por lo que ya empieza a estar cuestionado por la parroquia blaugrana.

Una afición que celebró como pocas veces ha celebrado un fichaje en los últimos años. Aquella tarde de enero de 2019 en la que se confirmó su fichaje por el Barça, el de un jugador que estaba destinado a comandar la manija del centro del campo azulgrana por los próximos 10 años y que, un mes más tarde, acabaría ofreciendo una exhibición en todo un Bernabéu eliminando a los blancos en octavos de Champions.

Asimismo, De Jong vino al Camp Nou a precio de estrella de talla mundial, 85 millones sumando todas las variables, algo insólito en un centrocampista. Por unos millones menos fichó en 2014 el uruguayo Luis Suárez, Bota de Oro en aquella temporada.

Para más inri, el rendimiento de los compañeros de equipo que juegan en su posición, como Busquets o Pjanic, no es mucho mejor que el del holandés, sino igual o peor. Solo las efímeras participaciones de Aleñá y Riqui Puig dan un poco de luz y esperanza, a pesar de que Koeman siga sin apostar por la merecida titularidad de alguno de ellos en detrimento de holandés.