Tras dos temporadas y media de títulos, goles, victorias, derrotas, emociones y decepciones, Ernesto Valverde deja de ser entrenador del Fútbol Club Barcelona, siendo despedido en enero, algo que no se veía desde Van Gaal en 2003. La junta directiva encabezada por Bartomeu, tras el ‘no’ de Xavi, ha decidido apostar por un hombre enamorado de la filosofía Cruyffista, Quique Setién.

Curiosamente, todo este revuelo se produjo tras uno de los mejores partidos de su era, donde no faltó buen juego y goles, pero sí falta de concentración. Este cúmulo de errores que se vienen repitiendo a lo largo de la temporada y que ya han dejado en el aire dudas por resolver, provocaron una precipitación en el cambio del área técnica, aunque las causas mayores hayan sido sin duda los batacazos europeos de Roma y Liverpool. El Txingurri se va con dos ligas en el bolsillo, una Copa del Rey y una Supercopa de España, títulos que premiaron a la regularidad ofrecida por dos piezas fundamentales: Messi y Ter Stegen. Pero también tuvo su mérito reconducir un grupo condenado al abismo tras la marcha de Neymar, apostando por un sistema más sólido y conservador como el 4-4-2, y con el que consiguió, entre otras cosas, ser el segundo equipo menos goleado del campeonato doméstico, y rompiendo el récord de imbatibilidad hasta después de haberse proclamado campeón. Sin embargo, la última campaña y media reflejó un síntoma de debilidad a la hora de acertar con sus decisiones, dejándose llevar en momentos trascendentales y no levantando al equipo cuando más hundido se encontraba, en la final de Sevilla contra el Valencia.

Ahora, la llegada del técnico cántabro intentará recuperar la esencia discriminada en los últimos años, desde la recuperación de la posesión hasta la apuesta indiscutible por la cantera. Más de una vez, Quique ha confesado su fanatismo por la filosofía de Johan, y ha plasmado sin temor alguno las ideas muy parecidas que desde joven adquirió, aplicándolas en su faceta como entrenador en Las Palmas y el Real Betis, donde consiguió muy buenos resultados a un nivel brillante de fútbol. La duración de su contrato será de dos temporadas y media, dándole oxígeno a Xavi Hernández, quien se formará aún más como entrenador para coger las riendas del club de su vida.

La primera portada de INIE8TAZO: Cruyffismo por resultadismo.