El Sadar era una de las visitas más complicadas de La Liga, y así se lo ha hecho saber al conjunto azulgrana. Los rojillos, con este empate, mantienen su racha de imbatibilidad en casa tras cuajar un gran partido frente al Barça de Ernesto Valverde, que sigue sin dejar buenas sensaciones en el arranque liguero.

El `Txingurri´ apostó por los mismos once jugadores que salieron de inicio ante el Real Betis, con la idea de mantener el mismo ritmo de presión y ataque que les dio la victoria por 5-2 en el Camp Nou.

Ter Stegen (7): el alemán salvó los muebles en las ocasiones lejanas que manifestó el Osasuna, aunque nada pudo hacer en el primer gol con un chicharro a bocajarro del jugador Roberto Torres, que en los minutos finales del partido, transformaría su doblete desde el punto de penalti.

Semedo (4): el lateral derecho no cuajó uno de sus grandes partidos. Con la titularidad asegurada para esta temporada, no parece dar síntomas de fiabilidad. Muy fallón en campo propio, y sin poder tapar al goleador rojillo en el primer gol. Valverde decidió dejarle en el banquillo al descanso y apostar por Sergi Roberto en su lugar.

Piqué (5): no facilitó la salida de balón provocada por la alta presión del Osasuna. Pese a que tampoco tuvo mucho trabajo en la segunda parte, no fue hasta los minutos finales cuando sacó el brazo a pasear para rechazar un balón dentro del área que el árbitro consideró como infracción. Este desliz le cuesta al Barça dos puntos y deja en muy mal lugar al central, pareciendo mostrar su falta de experiencia en las acciones cerca de la portería.

Lenglet (6´5): en su tónica habitual, el francés se mostró muy seguro al corte, aunque mantuvo una particular batalla con el delantero Chimy Ávila que le costó la cartulina amarilla y algún despiste al cubrir a Jordi Alba cuando éste se sumaba al ataque.

Jordi Alba (5): primeros minutos nefastos. Su pérdida de balón en el centro del campo, provocó el centro desde la banda que supuso el 1-0. Hasta la entrada de Ansu Fati en la segunda mitad no se le vio más por la zona alta del campo, aunque sin generar ningún peligro. La conexión con Antoine Griezmann no funcionó como en el último partido frente al Real Betis.

Sergi Roberto (4): nulo en la zona de creación y lento para distribuir la pelota. Valverde lo colocó en el lateral derecho para ganar control y buscar espacios, pero siguió sin asociarse ni penetrar por la banda.

Sergio Busquets (6´5): en la primera parte poco pudo hacer ante la pasividad de los azulgranas en la organización del juego. Con la entrada de Arthur y la reubicación de De Jong al centro, se encontró más cómodo, y fue clave en la recuperación que dejaría en bandeja al centrocampista brasileño para el 1-2.

Frenkie De Jong (5´5): una vez más, despegado de Busquets y cerca del costado izquierdo, donde apenas pudo participar. Por momentos volvió a dar síntomas de que alguien le ordenaba a jugar de extremo y a buscar unos desmarques sin sentido. En la segunda parte jugó más centrado y al lado de Arthur, donde se vio una buena versión, aunque muy lejos de las arrancadas que solía hacer por el verde del Johan Cruyff Arena.

Rafinha (2): en ningún momento creó peligro. Se mantuvo lejos del foco de ataque y careció de la picardía mostrada en pretemporada para asociarse con Griezmann y Carles Pérez. Su cambio al descanso por el joven Ansu Fati lo dijo todo.

Griezmann (1): desaparecido. Incomparable con la jornada anterior, donde además de mostrarse participativo, marcó dos goles. Frente al Osasuna no bajó ni a recibir. Con las ausencias de Messi, Suárez y Dembélé, volver a coger el timón del equipo era una responsabilidad más que obligada. El Barça jugó con uno menos.

Carles Pérez (7): nueva oportunidad para el canterano que casi salió redonda. Dos asistencias que se vieron manchadas por el fallo en un mano a mano que tuvo en el descuento tras un gran pase de Arthur, y que algunos ya comparan con el error de Dembélé en las semifinales frente al Liverpool.

Ansu Fati (8): el salvador. Con tan sólo 16 años, se volvió un diablo dentro del campo. Mostró carácter, desparpajo y técnica durante los cuarenta y cinco minutos que estuvo, y demostró que el Barça puede estar tranquilo si tiene alguna baja en ataque. Su irrupción ante el Betis convenció a Valverde, y ante el Osasuna predicó ejemplo de la actitud que deberían de tener todos los jugadores, tanto jóvenes como veteranos.

Arthur (8): su entrada cambió el partido. El equipo necesitaba un control que él aportó. Rodeado de Busquets y De Jong, arrolló al Osasuna en el despliegue ofensivo, y maquilló el resultado con un golazo. Su suplencia por tercer partido consecutivo es la única polémica que generó en la afición blaugrana, donde le ven como un fijo en el once titular.

Valverde (6): previsible en su forma de jugar, el técnico extremeño volvió a dejar dudas con su estrategia inicial. Fuera de casa sigue sin dar en la tecla para dominar los partidos, aunque las segundas partes las suele solventar correctamente. Su arriesgada apuesta con Ansu Fati y la entrada de Arthur dieron oxígeno al equipo, pese a que aún se sigue sin entender la relajación que adoptan los jugadores con el resultado a favor, incluso llegando a encerrarse en campo propio.