Un Barça tocado y hundido

Un partido contra el clásico rival puede levantar el estado anímico de un equipo. O hundirlo aún más. Esto último puede esperarse para el F.C. Barcelona después de perder 1 a 2 contra el Real Madrid en el primer clásico de la temporada. Los de Koeman ya venían de un rendimiento irregular en el comienzo de la temporada, y el Clásico era una prueba de fuego para el equipo culé.

El choque comenzó con el control del balón por parte del Barcelona. Los de Koeman tenían la iniciativa y presionaban arriba, mientras los de Ancelotti aprovechaban para hacer daño a la contra. En el 26’, Dest tuvo la oportunidad de romper el partido, cuando recibió un balón solo en el área y no fue capaz de meter el balón entre los tres palos cuando tenía todo a favor.

Iba a lamentarse bastante pronto el equipo culé de la ocasión echada a perder, porque en el 32’ Alaba recibió un pase de Vinicius cerca de la frontal y no dudó en sacar un disparo cruzado que Ter Stegen no pudo detener. El Barça quiso recuperarse rápido del golpe y acechó la portería de Courtois. Pero se mantuvo la falta de precisión en los metros finales y el luminoso indicó el final de los primeros 45 minutos.

Tras el descanso, Koeman devolvió a Dest a su posición natural de lateral derecho y dio entrada a Coutinho por Mingueza. El partido ganó un poco de velocidad y Ansu Fati puso a prueba a Courtois con un buen disparo en el área. Pero el ataque blaugrana seguía sin crear peligro real, y uno de los que estaba lejos de su mejor imagen era Memphis, que parecía incomodo en el campo y sus centros eran imprecisos.

Benzema tuvo el segundo en sus botas, en una jugada colectiva del equipo merengue que terminó con un remate del francés y una parada salvaje de Ter Stegen para evitar el tanto. El Real Madrid llegaba menos, pero con ocasiones más claras.

Salió Ansu y entró el Kun Agüero, que apenas pudo tocar el balón en el cuarto de hora que le tocó jugar. También entraron Sergi Roberto y Luuk De Jong, por Frenkie De Jong y Gavi respectivamente, pero no pudieron cambiar nada. Nadie se animaba a disparar desde media distancia ni a inventar algo nuevo.

Memphis tuvo una ocasión en el área del Madrid y decidió tocar, ningún jugador pudo rematar la jugada en boca de gol y el contraataque de los blancos terminó con una escapada y disparo de Asensio. Ter Stegen detuvo el remate del mediocampista español, pero Lucas Vázquez aprovechó el rechace para marcar el segundo del Real Madrid. Luego llegó el gol del Kun Agüero en la única ocasión clara que tuvo, a pase de Dest. Pero ya era demasiado tarde y el empate no iba a ser posible.

Está por ver que consecuencias tiene para el Barcelona esta derrota que es muy dura no por el resultado sino por la imagen mostrada en el césped. Ahora mismo es un equipo que no sabe crear peligro en el área rival y, en cambio, no puede neutralizarlo en la propia. Es inevitable preguntarse tras el Clásico, ¿cuánto crédito le queda a Koeman con Laporta? Porque la afición cada día lo deja más claro.