El regente campeón de liga llega al Camp Nou en su peor momento. Aunque el Barcelona está bastante irregular, parte ligeramente como favorito en El Clásico. El Real Madrid, tras dos derrotas desastrosas en cuanto a sensaciones y nivel de juego, se aferrará a su orgullo para salir a morder al Barça e intentar llevarse los tres puntos.
Desde la marcha de Cristiano Ronaldo, el Madrid no solo no ha cubierto la cantidad de goles que el portugués anotaba, sino que a nivel de juego ha empeorado. El equipo de Zidane nunca ha tenido un sistema fijo de juego trabajado tácticamente, ni con Ronaldo ni sin él. La última liga la consiguieron estableciendo un sistema sólido de defensa, pero sin soluciones en la creación ni en la finalización de jugadas. ¿Qué intentará Zidane?
El gran estado de forma de Courtois está salvando al Madrid desde la reanudación del fútbol de muchos disgustos. El belga es un seguro en la portería, pero los goles encajados también dependen de la defensa. La presencia de Sergio Ramos en la zaga es de vital importancia, sobre todo, porque Varane ha demostrado no ser capaz de llevar el liderazgo de la defensa. El camero es el capitán del barco, quien dirige el equipo desde la salida de atrás y da ese punto de energía y orgullo al Madrid. En ataque, también es muy peligroso, especialmente en los balones parados. El Barça deberá fijarlo bien en los córners.
Los laterales son un problema más que una solución para Zidane. Con la baja de Carvajal, el francés deberá decidir si pone a Nacho o a Mendy en la derecha. De ser el francés, tendría que jugar Marcelo en la izquierda, siendo un flanco fácil en defensa. En el lateral derecho, Nacho no tiene la profundidad en ataque ni la solidez en defensa que tiene Carvajal. Mientras que Mendy por la izquierda es más seguro que Marcelo.
El centro del campo será clave para el Madrid. Si Zidane juega con tres centrocampistas, se arriesga a que el Barcelona le quite el balón, dejaría más huecos y tendría que jugar más a la contra con velocidad en las bandas. Si juega con cuatro, buscará fortalecer el medio para impedir el juego de toque culé y establecer un bloque más sólido.
Según los centrocampistas que coloque Zidane, podremos ver si buscará quitarle el balón al Barça o construir un muro en el medio. Lo cierto es que los blancos no tienen la gran solidez defensiva de la temporada anterior y eso puede ser una baza a favor de los culés si logran encontrar los huecos entre líneas.
En la delantera blanca no se puede hablar de pegada. Benzema sostuvo el ataque en el tramo final de la campaña anterior y aunque en esta empezó bastante enchufado, se ha ido apagando junto al resto del equipo. Habrá que ver si Zidane le coloca con Jovic o solo. La movilidad del delantero francés será difícil de defender y generará los espacios que la llegada en segunda línea del Madrid tratará de aprovechar.
Otro de los aspectos a destacar será la presión: el Madrid sufre en la salida de balón cuando le presionan y esta temporada no está acertado en la presión en campo contrario porque concede espacios atrás que generan transiciones rivales.
La última victoria del Madrid en Liga en el Camp Nou se remonta a la jornada 31 de la temporada 2015/2016: el primer clásico de Zidane. Los blancos llegaban francamente mal y ganaron 1-2 aguantando replegados en su campo y saliendo a la contra.
A pesar de la mala racha que está pasando, no cabe duda de que saldrán al Camp Nou aún más motivados y con ganas de resarcirse. Este Madrid está tocado, pero no muerto. El Barcelona deberá dar una de sus mejores versiones como equipo para anteponerse a los blancos.