Cuando se lesionó Piqué de gravedad ante el Atlético en noviembre, saltaron las alarmas en Can Barça. El conjunto azulgrana se quedaba sin su líder en la zaga durante varios meses, sin embargo, apareció la irrupción de Araujo en defensa y acabaría convirtiéndose en indiscutible para Koeman gracias a su contundencia y capacidad de liderazgo a sus 22 años recién cumplidos. Un central ADN Barça para una década como ya lo fueron en su día Puyol o Piqué.

No obstante, su progresión su truncó el 7 de febrero contra el Betis en el Villamarín, cuando se lesionó el tobillo izquierdo y tuvo que estar 3 semanas en el dique seco. Además, cuando ya parecía totalmente recuperado, recayó nuevamente de su lesión después de entrar unos minutos en la segunda parte ante el Sevilla en Liga el 27 de febrero. Desde entonces, el técnico holandés le ha ido metiendo poco a poco para evitar riesgos, disputando tan solo unos minutos de los últimos 3 partidos del Barça: Huesca (27 minutos), Real Sociedad (23 minutos) y Valladolid (27 minutos).

Lesión de Araujo ante el Betis el pasado 7 de febrero – Fuente: REUTERS

Ahora, con el Clásico, y cuando parece que Araujo ya está en perfectas condiciones, Koeman pretende volver a incluir al uruguayo en el once del equipo. Con el 3-4-3, jugaría en detrimento de Mingueza, a pesar de haber rendido espectacularmente y de haberse convertido en el comodín perfecto para el técnico culé. El central charrúa posee unas cualidades que serían necesarias en un día como hoy, gracias a su rapidez y juego aéreo ante delanteros como Benzema, Asensio o Vinicius.

La incorporación de Araujo en el eje de la zaga devolvería a De Jong a su sitio natural y predilecto que es en el centro del campo, donde ha ofrecido su mejor versión como todoterreno y llegador. Características que se han visto disminuidas debido a la posición de líbero que ha venido ocupando en los últimos partidos y que no nos ha permitido disfrutar de la mejor versión del holandés, absolutamente necesaria ante el Real Madrid.