Los problemas defensivos del Barça esta temporada son descomunales. La zaga barcelonista sufre mucho en posiciones atrasadas y en más de una ocasión ha servido para perder partidos. La grave lesión de Piqué en noviembre ante el Atlético no hizo más que agravar una situación delicada. Fue entonces cuando dos jugadores cogieron el timón del centro de la zaga: un defensor uruguayo casi desconocido para el público y un experimentado central francés siempre a la sombra de Piqué.

El rendimiento de ambos, sin embargo, no ha sido ni mucho menos igual. Ronald Araujo se ha convertido en un jugador indiscutible para Koeman. El joven central ya se ha asentado por completo en el primer equipo y acumula hasta la fecha 1.243 minutos entre todas las competiciones. Incluso ya ha conseguido estrenarse como goleador al marcarle un gran gol de volea al Valencia en diciembre. Sin duda, el charrúa ha sido una de las pocas buenas noticias para los culés, posponiendo el fichaje de Eric García para verano y supliendo a las mil maravillas la baja de Piqué.

Ronald Araujo defendiendo un balón ante Williams. Fuente: Getty

Por otra parte, no está siendo la mejor temporada de Lenglet desde que aterrizó en Can Barça. El rendimiento del francés está dejando mucho que desear y ya ha costado varios disgustos a lo largo de la temporada como, por ejemplo, el error garrafal ante el Cádiz que costó la derrota. A Koeman no le ha temblado la mano para sentarle en el banquillo por su falta de rendimiento utilizando antes a Mingueza o a Umtiti.

Es fundamental que el Barça recupere el nivel en la defensa si quiere optar a títulos. En LaLiga es imprescindible la regularidad y no conceder oportunidades e incluso en Champions o Copa un despiste te puede mandar a casa. Araujo ya ha demostrado que es un central de garantías, pero a su lado necesita al mejor Lenglet. Además, el francés tendrá que mejorar si no quiere ser el perjudicado cuando se recupere Piqué.