Sergi Barjuan, entrenador provisional del FC Barcelona a la espera de la llegada de Xavi, ha alabado las cualidades de Ousmane Dembélé, un jugador «diferente, que aporta otro ritmo, más verticalidad”. Aunque el ‘mosquito’ no ha marcado frente al Dinamo de Kiev, sí se ha mostrado especialmente activo, rebasando líneas rivales en los contraataques y proveyendo de balones peligrosos a sus compañeros. El conjunto azulgrana ha tratado de sentenciar el partido sin éxito en los instantes finales, mientras que los locales apretaban también en busca de la ocasión definitiva.

En general, Barjuan ha demostrado que cuenta con los jóvenes tras dos titularidades consecutivas de Gavi y Nico. La dupla de jóvenes controla la medular azulgrana con permiso de un De Jong venido a menos. En un principio, Dest iba a partir en el extremo derecho, pero una lesión de última hora ha obligado al míster azulgrana a situar a la promesa sevillana en dicha posición. Aunque Gavi no es un extremo y “perdíamos profundidad, con él ganamos peso en el medio y nos ha ido muy bien así”, ha aseverado Barjuan.

En los últimos partidos, de jóvenes va la cosa. Y con la lesión de Piqué, los veteranos del equipo apenas se cuentan con los dedos de una mano. El exentrenador del Barça B ha recordado que “hoy era muy importante, teniendo tantos chicos de la casa era importante mandar ese mensaje de club y apelar al sentimiento”.

Ansu Fati ha dedicado el gol al Kun, de baja por una arritmia | Getty Images

A pesar de que el preparador azulgrana es plenamente consciente de la incertidumbre de su cargo, Sergi Barjuan solamente piensa en el siguiente partido: “Trabajo en el mañana. Hoy hemos ganado y mañana ya trabajaré para el partido de Vigo. Ya veremos si acabo la semana en Balaídos o en el Johan Cruyff. La única forma de que vayamos todos hacia adelante es mostrar mi serenidad, convencerlos y seguir adelante. No puedo pensar si mañana estaré o no”.

En cuanto al partido, el técnico ha destacado la complejidad del duelo, pues el equipo encadenaba tres partidos sin ganar. Por ello, Barjuan ha pedido “aprovechar esta dinámica y ser aún mejores”. La fórmula para que vengan los resultados, en palabras del entrenador, es “el trabajo, que hoy nos ha llevado a la victoria”.

El Barça ha salvado el segundo “match ball”, con la obligación de vencer al Benfica si el equipo quiere depender de sí mismo para sellar la clasificación a los octavos. El equipo visitará este sábado Balaídos, un estadio maldito donde los azulgranas acostumbran a sufrir. Pero la situación es de urgencia, no hay excusa que valga y al club solo le vale la victoria.