Polivalencia. Es la capacidad de una persona para realizar diferentes tareas similares dentro de un mismo entorno, aunque también se podría decir, futbolísticamente hablando, que es la capacidad que tiene Ana María Crnogorčević. Tanto en el lateral, en cualquiera de los dos extremos o jugando de ‘9’, se adapta para cumplir con las necesidades que tenga el Barça.
Llegó al club bajo la etiqueta de “experimentada y polivalente”, algo que con el paso del tiempo se ha visto reflejado en el campo. Está por y para el equipo, dentro y fuera del césped. Pero son sus gestos con las demás lo que le hacen ser una jugadora diferente. No dudó en reunir a todas para mantear a Bruna después de su reaparición contra el Alavés. Tampoco lo hizo cuando corrió a abrazar a la afición después de marcar un gol delante de 91.648 personas, ni ante el Bayern cuando dejó en boca de gol el balón a Geyse para que marcara ella en el Camp Nou, pudiendo resarcirse de esa espina clavada al ver como su gol se anulaba el día que se hizo historia y se consiguió el récord de asistencia.
Es esa experiencia la que le hace ser la mejor profesional. Ni una mala cara, ni un mal gesto, sea titular o suplente, siempre haciendo equipo. Tiene la mentalidad ganadora que cualquier deportista de élite quisiera tener. Ana lo entendió todo desde el primer día que pasó a ser jugadora culé. Lo que hizo que esa opción de quedarse una temporada más que se fijó en su contrato se alargara a tres, con dos más que tiene pendientes después de su última renovación.
A sus 32 años y después de 12 temporadas jugando a fútbol, va en camino de firmar su mejor año en cuanto a números se refiere. En liga, 397 minutos y 9 disparos le han servido para marcar 4 goles y dar 2 asistencias. Está a tan solo un gol de alcanzar su mejor registro goleador (5) desde que llegó al Barça, habiendo jugado, de momento, 11 partidos menos que cuando lo consiguió en la temporada 21/22. Pero no destaca solo por su faceta ofensiva, sino que es una jugadora implicada que además contribuye en defensa y suma 20 recuperaciones en lo que va de competición.
Cumple, aprueba con nota e incluso hace que parte de la afición culé pida el contrato vitalicio para ella. Comprometida con todo lo que favorezca al equipo y al club que ama. Sobresale como jugadora por no sobresalir. Para muchos, la capitana en la sombra.