Carnaval blaugrana antes de «El Clásico»

El Camp Nou se vistió de gala para recibir a la SD Éibar, equipo que se encuentra entre los equipos que están luchando por alejarse de los puestos de descenso. El partido empezó con siete minutos de retraso debido a unos problemas técnicos en los auriculares y micrófonos de los árbitros que no permitían mantener una buena comunicación César Soto Grande, colegiado del encuentro y Martínez Munuera, encargado del VAR. Durante los minutos de espera, se vivieron los primeros momentos de tensión en la grada del Camp Nou, cuando la afición protagonizó una pañolada acompañada con pitos y gritos de “Bartomeu Dimisión”, debido a las últimas noticias que han salido a la luz sobre la directiva blaugrana.

La sorpresa llegó en la previa del partido cuando se hizo oficial el once del Barça, ya que Setién decidió empezar con un 4-4-2 con Rakitic, Busquets, Arthur y Arturo Vidal en el centro del campo, dejando en el banquillo a Frenkie De Jong.

El partido comenzó con un Barça algo desconocido, tocando el balón pero sin intención de crear peligro. La presión de los de Mendilibar empezó a dar sus frutos y provocó en el Barça pérdidas a la hora de sacar el balón jugado desde atrás. A los cinco minutos de partido, llegó el primer susto para el conjunto culé, cuando Sergi Enrich remató un balón que le puso Escalante pero el delantero del Éibar estaba ligeramente adelantado y el gol no subió al marcador.

Los silbidos volvieron al Camp Nou, pero esta vez iban dirigidos a los jugadores ya que no mostraban intención de atacar en campo contrario y prácticamente jugaban con pases hacia Ter Stegen, situación similar a la que se vivió en el partido anterior ante el Getafe. Varios minutos después, en el minuto 14, Leo Messi maravilló al estadio con una jugada individual desde la frontal, que culminó con un caño a Arbilla y la picó para superar a Dimitrovic.

Tras el primer gol, el juego de los de Setién no terminaba de ser atractivo, pero de nuevo Messi se encargó de calmar la situación con un segundo gol, tras otro slalom entre jugadores del Eibar y cruzó el balón para que Dimitrovic no llegara. Cuatrocientos minutos llevaba el argentino sin encontrar portería, pero hoy iba a ser el día en el que Leo iba a acabar con esa maldición, ya que apenas tres minutos del segundo gol, Messi logró marcar el Hat Trick tras un mal remate de Griezmann.

La primera parte terminó con el Barça como claro dominador, ya que después del primer gol el Éibar se vino abajo y el juego de los de Setién fue mejorando por momentos. Aunque el conjunto vasco fue el equipo que mejor salió al campo. La segunda parte comenzó sin cambios, pero Braithwaite saltó a calentar y el público del Camp Nou le recibió con una ovación.

Rakitic perdonó la primera ocasión de esta segunda mitad, que tras un centro de Griezmann remató solo ante Dimitrovic pero el serbio consiguió detener el balón e impidió que la goleada del Barça fuera más amplia. La intensidad del partido bajó en la segunda parte y con el encuentro prácticamente sentenciado, el Barça se hizo con la posesión a la vez que el Éibar intentó acortar la ventaja.

La ocasión más clara de los armeros llegó tras un lanzamiento de falta de Cote, que Ter Stegen voló para mandar el balón a córner. Poco después, el árbitro volvió a anular un gol del Éibar ya que Arbilla cometió una falta peligrosa a la hora de rematar sobre Piqué. Las ocasiones seguían llegando para los de Mendilibar pero nadie era capaz de batir a Ter Stegen, que se hacía grande cada vez que se acercaban al área.

El Camp Nou estuvo entregado a sus jugadores y así se demostró cuando saltó al campo el nuevo fichaje Braithwaite para sustituir a Griezmann. Poco después de su entrada, el Barça hizo el cuarto pero el gol fue anulado ya que Lenglet estaba en fuera de juego y había asistido a Umtiti para marcar. En los minutos finales del encuentro, fue Vidal el que calló en la trampa del fuera de juego y el árbitro volvió a anular un gol, en total dos para cada equipo.

Braithwite también quiso dejar su huella en el partido y cuando apenas quedaban dos minutos para el final, asistió a Messi para que el argentino se marchara del partido con un póker. Poco después, con el Eibar devastado, de nuevo Braithwaite se quedó solo ante Dimitrovic y el rechace calló en los pies de Arthur que solo tuvo que empujar el balón hasta el fondo de la portería. De esta manera, el Barça se llevó el triunfo en una semana clave en la que no podía perder puntos.