El estreno del exjugador del Barça y, hasta hace unos días, técnico del B, en el banquillo azulgrana, aunque sea de manera temporal y como interino, es el punto de mayor atractivo de este Barça-Alavés, el primer partido de la era post-Koeman.

Tras más de 14 meses con el neerlandés de entrenador, el conjunto culé, a la espera de la llegada de Xavi Hernández la semana que viene con vistas a poder sentarse en Balaídos ante el Celta, jugará dos partidos decisivos tanto en Liga como en Champions de la mano de Barjuan.

La excesiva paciencia que Laporta tuvo con Koeman llegó a su fin el pasado miércoles tras la bochornosa derrota sufrida en Vallecas que, unida a la dolorosa caída en el Clásico, fue la gota que colmó el vaso. Sergi Barjuan espera poder sacar la mejor versión de unos jugadores que deben dar más de sí y poder recuperar la ilusión del aficionado culé, que está convencido de que, próximamente, con la llegada de Xavi desde Qatar, el equipo vuelva a ser reconocible a ojos del culé y de los rivales.

Riqui Puig besándose el escudo del Barça tras su gol en la tanda de penaltis en semifinales de la pasada Supercopa de España, ante la Real Sociedad. Fuente: EFE

Asimismo, todo parece indicar que Sergi removerá la coctelera en el centro del campo por las lesiones de Pedri y de Jong, con la entrada de jugadores como Riqui Puig, totalmente ignorado y olvidado por Koeman durante su etapa como entrenador. Nico González, quien fue de los pocos jugadores que dieron la cara ante el Rayo, también se postula como titular en un centro del campo con 100% ADN culé, acompañando a Busquets y a Gavi.

En el resto del equipo no se espera ninguna novedad, aunque Yusuf Demir, también olvidado por el ya extécnico del Barça, podría hacerse un hueco tras la intrascendente actuación de Coutinho en Vallecas.