Cuando Ousmane Dembélé llegó al Barça en la temporada 2017-2018 con tan solo 20 años, el barcelonismo veía en él una figura importante para suplir la salida de Neymar. Lo que se había visto de ese jovencísimo francés corriendo la banda del Signal Iduna Park emocionaba a un barcelonismo que sufrió una baja dura a última hora en aquel mercado de verano.

Una vez en Barcelona, Ousmane no ha hecho más que lesionarse, ha tenido un total de 13 lesiones y ha estado casi 700 días apartado de los terrenos de juego. Su poca continuidad ha mermado la confianza del jugador y ha ido agotando la paciencia de los aficionados, que cada vez que reaparece sufren por si vuelve a tener una nueva recaída.

Desde la llegada de Xavi al banquillo, que en la rueda de prensa de su presentación, dijo que si las lesiones le respetan y tiene continuidad, Dembélé podía ser el mejor jugador del mundo en su posición. Ha sido un punto de inflexión para el francés, se le ha visto más motivado e implicado, tanto en los entrenamientos como en los partidos. Hasta parece que ha decidido renovar su contrato que recordemos que acaba en junio de 2022, veremos si esto acaba ocurriendo.

Con Dembélé todo encaja, si Xavi está en el banquillo. Es el extremo perfecto para un estilo de juego que le da mucho protagonismo a esta posición. Es clave para abrir el campo y encontrar espacios, pero también por su desequilibrio y rapidez para romper líneas defensivas y hacer daño al rival por dentro y por fuera.

Dembélé y Xavi en el primera día de entrenamiento
Fuente: FC Barcelona

Y es que si se cuida dentro y fuera del terreno de juego, puede llegar a ser un jugador importantísimo en este equipo. Xavi tiene un gran reto por delante, pero es el entrenador indicado para enseñarle como debe jugar, como debe pensar en cada situación y que con sus recursos y habilidades ayude al equipo tanto en juego como en goles. No olvidemos de Dembélé tiene gol y que sabe utilizar las dos piernas, este recurso no es muy habitual y es algo que tiene que aprovechar, para marcar diferencias.

El entrenador de Terrassa conoce perfectamente que le puede aportar y por eso lo quiere enchufado y concentrado, porque si “el mosquito” se cree a Xavi podemos ver un antes y un después en el futuro de este jugador, que hasta ahora, parecía que su fichaje había sido un error, pero la afición todavía confía en él.

En el último partido de Champions ya se vio que salía con ganas y enchufado, él mismo informó al staff que aunque venia de lesión, estaba listo para salir y ayudar al equipo y eso es lo que todo el barcelonismo espera de él, compromiso y esfuerzo. Se le vio muy implicado atacando a los rivales y poniendo centros al área. Con su salida, el equipo tuvo unos minutos de mucho movimiento y sensación de peligro. Con las piezas del puzle de Xavi podemos ver mucho peligro por la banda derecha.

Dentro de unas jornadas veremos que continuidad e incidencia tiene “Dembouz” en el equipo, que en solo dos partidos con el egarense en el banquillo, ya se han visto brotes verdes y un cambio muy radical en la manera de jugar, pero sobretodo en la mentalidad de salir a ganar, a disfrutar y darlo todo por el club.