Del júbilo al lamento en segundos. Esa fue la montaña rusa que vivieron los aficionados culés contra el Benfica anoche, tras ver cómo el golazo de Araújo se anulaba por fuera de juego. El Barça se encontró de nuevo en la casilla de salida, un 0-0 que delata las carencias ofensivas de la plantilla y que deriva todas las posibilidades restantes de clasificación a pasar por encima del Bayern en Múnich.
Sin embargo, el encuentro de Champions dejó notables brotes verdes en el juego, impulsados por la corriente de aire fresco que ha supuesto la llegada de Xavi: mayor fluidez, presión, actitud y orden. Y en especial, el charrúa Araújo como el gran protagonista del duelo, que se destacó como mejor del partido pese a finalmente anularse su gol.
El zaguero realizó una actuación estelar en defensa y le dejó su carta de presentación personal al nuevo técnico, con la que apunta a titular indiscutible en el eje de la defensa culé durante los próximos años. Su garra, su liderazgo y su pasión con tan solo 22 años recuerdan al mismísimo Carles Puyol, y encandiló a la grada con su ferocidad y entrega. Lo tiene todo para reinar una era en el Camp Nou, siempre que las lesiones respeten su continuidad y trabaje en aspectos técnicos en los que Eric García es excelso, como la salida de balón. Pese a ello, Araújo demostró que la falta de continuidad para él no es un problema, firmando una actuación de época pese a llevar sin jugar un partido entero la friolera de dos meses.
Los números hablan por sí solos. El central uruguayo levantó una muralla en la defensa de tres, acertando en 7/7 entradas, realizando 14 recuperaciones de balón y sin ser regateado en ningún momento. Intratable en todos los duelos. Su noche perfecta fue empañada por la sustitución tras la celebración del gol anulado, y se temió una posible recaída en su lesión que lo dejaría de nuevo fuera del césped tras haber demostrado lo necesario que es en el once titular.
Afortunadamente, el propio Ronald salió a aclarar que tan solo había sido un calambre por su falta de rodaje y estará en la cita liguera del Estadio de la Cerámica ante el Villareal. Mostró su satisfacción por cómo había dado la cara el equipo, pese al sabor amargo del tanto anulado y no haber podido ofrecer la tranquilidad de la victoria a una afición a la que tiene embobada. Indicó que tan solo se había dedicado a seguir las órdenes de Xavi, que les había insistido en mantener la atención a toda costa, vigilar la rapidez de los puntas lusos y, sobre todo, una presión alta férrea. Y sacó tiempo incluso para elogiar el desborde de su compañero Dembélé y echar en falta a Ansu, dos compañeros con los que por desgracia ha tenido que compartir enfermería durante numerosos periodos de tiempo.
La noche de ayer dejó claro que Araújo ha comprado una butaca permanente en la titularidad de la zaga defensiva. Y todo apunta a que tendremos Ronald para rato, porque la directiva está trabajando para renovar y mejorar su contrato, cuyo salario es uno de los más bajos de la plantilla. Nos deja una pregunta que tendrá que responder Xavi: ¿Qué otros centrales culés con garantías deben acompañar al charrúa?