Estaba siendo un año complicado para el Barça, en todos los sentidos, y las lesiones no iban a pasar desapercibidas. Las malas noticias no paraban de llegarle a Koeman: Umtiti, lesionado y no cuenta para el técnico, Ansu Fati apartado de los terrenos de juego mínimo cuatro meses, Araujo lesionado y el último en caer ha sido Sergio Busquets, uno de los jugadores que ha sufrido las consecuencias de “virus FIFA”.

A pesar de ello, siempre ha habido un jugador capaz de llenar de energía positiva al técnico holandés: Philippe Coutinho. Desde que Koeman llegó al banquillo del Barça, no ha dudado de su talento y sigue sin hacerlo, tal y como lo ha reconocido en la rueda de prensa previa al encuentro: “Es un gran jugador, siempre es bueno tenerlo para los entrenadores porque puede jugar en varias posiciones”, decía Ronald, dejando caer que, quizás, al brasileño le toque “pringar” ante el Atlético para suplir a Ansu Fati en el extremo izquierdo, aunque todavía no sabe si jugará de inicio.

Coutinho celebrando un gol. Fuente: Getty Images
Coutinho celebrando un gol. Fuente: Getty Images

Durante la etapa con Ernesto Valverde, Coutinho demostró estar muy lejos de su mejor nivel (en general) pero sobre todo al jugar de extremo izquierdo. Se le catalogó como el “sucesor de Neymar” y muchos tenían la idea de que sería el tercer máximo goleador detrás de Messi y de Suárez, pero no fue así. En cambio, durante esta temporada, al menos hasta la lesión en El Clásico, había sido uno de los jugadores más destacados del equipo y mostró una mejor imagen de la que dejó en sus primeros años en el club.

Coutinho regresa tras lesionarse en el bíceps femoral del muslo izquierdo y lo hace, ni más ni menos, que enfrentándose al Atlético de Madrid, un rival que no se le da nada mal. El de Rio de Janeiro no sabe lo que es perder siendo jugador del Barça contra el conjunto de Simeone. Se ha enfrentado un total de dos partidos saliendo victorioso en ambos y además, siendo uno de los protagonistas en ambos encuentros.

El Wanda Metropolitano también se puede decir que es un estadio en el que Coutinho se siente cómodo. Fue titular ante el Sevilla en la final de la Copa del Rey, cumpliendo con un papel destacado y siendo el encargado de cerrar “la manita” al conjunto andaluz con un gol.

Coutinho ante el Sevilla. Fuente: Getty Images
Coutinho ante el Sevilla. Fuente: Getty Images
Depende de su confianza

Coutinho ha demostrado que sintiendo confianza en sí mismo puede llegar a ser una estrella mundial. Sus mejores partidos los firmó con el Liverpool. Tiros desde fuera del área que quitaban las telarañas de la portería, regates, salidas de balón e incluso era clave a la hora de defender y presionar al rival. En definitiva, tenía lo que se conoce como, la “samba brasileña”.

Para volver a recuperar al ‘Cou’ del Liverpool es imprescindible que Koeman confíe en él y, de momento, parece que lo hace. El técnico holandés ya ha dejado claro en más de una ocasión que su papel es “poner a los jugadores en su sitio y sacar su máximo rendimiento”, algo que con Philippe Coutinho parece estar funcionando. Ahora solo falta que sea el propio jugador quien confíe en si mismo, algo que olvidó cuando empezó a caer en picado en la ‘era Valverde’.