Pocas derrotas habrán sido tan dulces para la afición del Real Betis Balompié como la que sufrió contra el Barcelona de Leo Messi hace exactamente un año. Barça y Betis se enfrentaban en la jornada 28 de la temporada pasada, en una liga que el equipo dirigido por Ernesto Valverde ganó con 87 puntos, 11 por encima del segundo, el Atlético de Madrid.

La gran estrella de la noche, siempre Messi, necesitó 18 minutos para abrir el marcador, con un golazo de falta que se colaba por la escuadra derecha de la portería defendida por Pau López. El portero bético quedaba de rodillas, deslumbrado, sin saber a quién culpar y temiendo que ese solo fuera el primero.

Tras el primero, llegó otro del argentino con una asistencia genial de tacón de Suárez. El pistolero hizo el tercero en la segunda mitad, dejando a Bartra en el suelo y fusilando al portero local. El delantero Loren Morón descontaba para los verdiblancos con un tiro desde la frontal del área, superando a Ter Stegen. Pero lo mejor de la noche estaba por llegar.

La afición bética se rindió al astro argentino
La afición bética se rindió al astro argentino | Fuente: FC Barcelona

El reloj contaba 85 minutos de partido cuando Messi combinó con Rakitic, que le devolvió el pase a la izquierda de la portería, en un ángulo donde el gol requería de la magia de los genios, de aquellos que difuminan al resto de jugadores en el campo y fanatizan a las hinchadas rivales.

Una vaselina suspendida en el aire, que superaba a Pau López y besaba el larguero antes de llegar a la red hacía que el marcador contara el cuarto gol para los culés. Una obra de arte disfrazada de gol que fue nominada al Premio Puskás.

Y la magnifica actuación del ’10’ culé tuvo su premio, una espectacular ovación por parte de la afición bética, que acababa de ver con sus propios ojos la magia del que para muchos es el mejor jugador de la historia. Un gesto “honorable” para el entrenador del Betis la temporada pasada, Quique Setién. “Nadie se acerca al nivel de Lionel”, aseguraba el santanderino casi un año antes de fichar por el Barcelona, donde ahora puede disfrutarlo desde muy cerca.