Koeman cambió de sistema ante el pasado sábado en el encuentro liguero ante el Sevilla. Tres centrales para proteger la espalda en los envíos al espacio, dos carrileros altos, dos mediocentros, un mediapunta y dos jugadores arriba. Esos dos hombres fueron Leo Messi, acostumbrado a gozar normalmente de cierta libertad de movimientos, y Ousmane Dembélé, que cambió completamente su rol, abandonó la banda y se movió por zonas interiores con éxito.
Dembélé estaba siendo, utilizando el argot baloncestístico, un jugador de rol. Un futbolista con una función muy específica para generar ventajas. El francés siempre arrancando desde banda, la mayoría de las veces muy pegado a la cal, con el deber de encarar a sus rivales y así crear ocasiones. De esta manera, Koeman había mejorado a Dembélé, pero ante el Sevilla le atribuyó una función distinta.
El técnico neerlandés liberó a un jugador extremadamente rápido y con una capacidad innata para contactar con el balón con ambas piernas. Todo eso con el objetivo de aprovechar sus dos grandes puntos fuertes, y por ello lo situó cerca de los centrales rivales, para tratar de ganarles la espalda en una jugada con espacios. Dicho y hecho. Cuando tienes a un lanzador como Messi que es capaz de mandar un balón medido al espacio, Dembélé es capaz de sacar a relucir su mejor versión y anotar tras ganar el duelo individual a un Koundé que se estaba viendo intratable.
Sin embargo, el repertorio de movimientos para jugar como delantero ante bloques bajos deja más dudas. Contra el Sevilla se aprovechó de las posibilidades que tuvo el Barça de transitar ante una línea defensiva adelantada. Aun así, en el mapa de calor podemos apreciar como el francés se asoció bien entre líneas (16/17 en pases completados) y contactó con el balón en 30 ocasiones. Además, partiendo ligeramente escorado a la izquierda, picoteó toda la frontal del ataque para asociarse y, algo aún más importante, liberó a Messi.
A Koeman el experimento le salió realmente bien pero, ¿puede tener continuidad para otros encuentros importantes como el de Copa? Lopetegui es un técnico bastante intervencionista y seguramente trabajará esta posibilidad de cara al partido del miércoles. A diferencia de los tres centrales, recurso que sí que podría repetir el técnico blaugrana durante otros partidos donde prefiera blindarse atrás, el cambio de posición de Dembélé creo que es algo más circunstancial y no tendrá continuidad en el tiempo salvo en determinadas ocasiones. De hecho, el Barça mal haría si reconvierte al extremo puro más determinante que tiene actualmente en la plantilla.