El F.C. Barcelona se llevó la victoria por 2 a 0 ante el U.E. Cornellà, en un partido que se complicó para los blaugrana en los dieciseisavos de una Copa del Rey que siempre deja grandes sorpresas. El once por el que Koeman apostó estaba lleno de jugadores poco habituales en las alineaciones: Junior, Riqui Puig, Trincão y el canterano Ilaix Moriba jugaban de inicio. Y fue un partido largo y complicado ante un rival que eliminó al Atlético de Madrid por 1 a 0 en la ronda anterior.

El Cornellá tuvo un par de ocasiones en el inicio del partido, con aproximaciones al área visitante y un córner envenenado que obligó a Neto a sacar la mano. El equipo verde plantó una defensa muy ordenada que puso las cosas difíciles a un Barça que se encontraba con las líneas muy juntas y le costaba “abrir el campo”. El conjunto culé estaba incomodo en el césped del Municipal de Cornellà y solo Riqui Puig era capaz de hilar alguna jugada que terminaba sin peligro en el área de los locales.

La primera ocasión clara de los culés llegó recién en el 33’. Trincão conectó una volea que atravesó una maraña de jugadores en el área y detuvo el portero Ramón Juan. Cuatro minutos después, Araujo fue a cabecear un centro de Mingueza y se llevó una patada del central Estellés. El árbitro César Soto no dudó en señalar penalti. Pero Pjanić falló la pena máxima con un disparo flojo a la derecha del portero Ramón Juan, que detuvo ágilmente. Y sin tiempo añadido, terminó una primera parte gris del equipo blaugrana, que tuvo un 75% de posesión, pero fue incapaz de hacer daño al conjunto de Segunda B.

Pjanić falló el primer penalti a favor del Barça / Fuente: Getty Images

En el regreso de los vestuarios, Koeman sorprendió haciendo entrar a Dembélé por Riqui Puig, que estaba siendo el mejor de los culés. Viéndose camino a la prórroga, y con la derrota del Real Madrid como antecedente, el Barça se volcó más en ataque. Braithwaite tuvo una ocasión inmejorable en el 47’, rematando a escasos metros del portero local, pero este logró evitar el tanto. Luego fue Griezmann quien pudo deshacer el empate, que tras un centro de Pjanic en una falta, quedó solo frente al portero y disparó fuera. El francés, que en la final de la Supercopa se encontró con el gol,  volvió a firmar una actuación gris y no le salieron las cosas.

El Cornellá no se quedó de brazos cruzados y también creó ocasiones peligrosas con sus atacantes Medina y Eloy. Los dirigidos por Koeman no lograban materializar las oportunidades y a su favor tuvieron la efectiva actuación en defensa de Araujo, que salvando un error en el 75’, fue una pesadilla para los cornellanenses.

Si al Real Madrid le amargó la noche el portero José Juan, el Barcelona sufrió lo suyo con Ramón Juan, que detuvo en el 80’ un segundo penalti lanzado por Dembélé y se lució con paradas de mucho mérito. La actuación del cancerbero del Cornellà hizo posible mantener el empate que arrastró a los dos equipos a la prórroga. Las caras de los jugadores culés lo decían todo.

El portero Ramón Juan fue un muro contra el que chocó la delantera culé / Fuente: Getty Images

Fue la tercera prorroga consecutiva del Barcelona tras las dos de la Supercopa de España. Y recién iniciada, llegó el gol. Dembélé recibió un pase de Pedri en la frontal del área y remató con un latigazo que Ramón Juan no pudo detener. Respiró el Barcelona con el gol del ‘Mosquito’ y Koeman aprovechó para dar minutos a Konrad, que desde que entró supo crear peligro.

El Cornellà quiso morir de rodillas y dio pelea hasta el final. Insistió el equipo verde y fruto de su presión, Araujo volvió a dar el susto. El central, que se dolía del codo tras un golpe en la segunda parte, recibió una dura patada de Estellés pero pudo terminar el encuentro.

Cuando el árbitro iba a pitar el final del partido, una pared con Dembélé dejó solo a Pedri, que condujo el balón y delante del portero asistió a Braithwaite, que solo tuvo que empujar la pelota a las redes. Terminó ganando el Barcelona un partido incomodo y con una actuación que no disipa, sino que alimenta, las dudas que sobrevuelan al equipo de Koeman.

Konrad no desentonó y está golpeando la puerta del primer equipo / Fuente: Getty Images