Koeman repitió once por cuarta vez consecutiva y a punto estuvo de salirle mal. El conjunto catalán sufrió ante un rocoso y consistente Real Valladolid que no claudicó hasta el minuto 90. Dembélé se disfrazó de héroe para amarrar los tres puntos antes del decisivo Clásico frente al Real Madrid el sábado que viene.
Un Real Valladolid atrevido salió a presionar sin miramientos la salida de balón culé. Kenan Kodro puso el miedo en el cuerpo a los de Koeman con un potente cabezazo que se estrelló violentamente contra el travesaño. Los de Sergio no daban lugar a la sorpresa y no dejaban al Barça desplegar su potencial ofensivo. Messi intentó hacer magia con una falta de rosca que se perdió ante la mirada de Masip.
Los blanquivioletas se sentían cómodos encerrados atrás y saliendo como puñales por banda. Janko estaba siendo un autentico quebradero de cabeza para la defensa azulgrana. Un Barça previsible no conseguía dar velocidad al juego ni tampoco sorprender a un Real Valladolid valiente y sin nada que perder. Pedri dio el ultimo chispazo de la primera parte con un disparo raso que Masip desvió con la yema de los dedos al poste.
Las arengas de Messi en el túnel de vestuarios antes de empezar la segunda mitad parecieron surtir efecto. Los de Koeman salieron con una marcha más y comenzaron a rondar con más peligro el área de los pucelanos. Olaza avisó con un disparo seco de que el Real Valladolid no se había ido del partido. Poco después, una doble ocasión de Dembélé y Griezmann pudo abrir el marcador para el Barca, pero Masip y la falta de acierto del ex del Atlético evitaron ese desenlace.
El reloj corría y las prisas empezaron a surgir en los azulgranas. Messi a punto estuvo de sorprender a Masip con un disparo colocado. Los locales comenzaron a generar peligro aunque sin concretar esa superioridad en ocasiones claras. Los de Sergio comenzaron a soñar con rascar un punto del Camp Nou. Cuando parecía que se iba a producir el reparto de puntos, Dembélé fusiló a Masip para marcar el gol de la fe que permite al Barça.