Este sábado el FC Barcelona se enfrenta al Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez. Puede parecer un partido más para la mayoría, pero seguro que no lo es para Ousmane Dembélé. El francés no guarda buenos recuerdos del feudo azulón ya que allí comenzó su calvario de lesiones que no le han permitido demostrar todo su potencial en Can Barça.
El 17 de septiembre de 2017 fue aquel día maldito. Una fecha señalada a fuego en la cabeza del joven atacante. El francés apenas duró 24 minutos sobre el terreno de juego de aquel partido, que era el primero como titular desde que aterrizó en la Ciudad Condal. Un mal regate ante el defensor local Damián Suárez acabó en una rotura del tendón del bíceps femoral del muslo izquierdo. No reapareció hasta el 4 de enero de 2018 en un encuentro de Copa del Rey ante el Celta.
Dos años después, y en el mismo escenario, Dembélé sufrió una nueva lesión, pero esta vez ni siquiera llegó a jugar ni un minuto. En la previa del partido frente al Getafe volvió a notar unos problemas físicos en el muslo de su pierna izquierda y tuvo que presenciar el partido desde la grada del Coliseum Alfonso Pérez. Todo ello tras regresar de otra lesión en el anterior partido frente al Villarreal.
1.127 días pasarán desde aquella fatídica tarde de 2017 hasta este sábado. El escenario será el mismo y puede que esta vez sea el último tren para el francés. Koeman incluso llegó a afirmar que no contaba con él y durante este verano hubo momentos en los que parecía estar más fuera que dentro del conjunto culé. Puede que el mismo escenario donde se lesionó de gravedad por primera vez sirva de revulsivo para un Dembélé al que se le acaba el crédito en Barcelona.