Messi se vio el pasado domingo en una circunstancia donde no se ha visto previamente durante la totalidad de su carrera: expulsado con una tarjeta roja directa y obligado a cumplir una sanción de dos partidos. Vimos a un Messi impotente en derrota ante el Athletic Club en la final de la Supercopa de España, incapaz de cambiar el rumbo del partido y ser transcendente en el transcurso del mismo. Debido a ello, el astro argentino causó baja en el partido de dieciseisavos de Copa del Rey ante el Cornellá, donde Dembélé y Pedri asumieron la responsabilidad que normalmente tiene Messi de cambiar el rumbo y decidir los partidos.

El once que presentó Koeman para disputar el encuentro ante el Cornellá estaba compuesto de fijos como Griezmann o Lenglet, jugadores que se han hecho con el puesto de titular como Araújo (uno de los mejores del encuentro) o Braithwaite, y de otros futbolistas no tan habituales o de rotación donde destacaba por encima de todas la presencia de Ilaix Moriba, haciendo su debut con el primer equipo. Esta combinación no acabó de ser fructífera, y el Barça finalizó la primera parte con malas sensaciones.

Ousmane Dembele durante el partido ante el Cornellá. Fuente: Getty

 

Dembélé entró al comienzo de la segunda parte en sustitución de un Riqui Puig que quedó señalado por Koeman una vez más ante la negativa de alinearlo en el 4-2-3-1. El extremo francés aportó la profundidad y amplitud que no estaban siendo capaces de dar tanto Trincao como Griezmann, pero su capacidad para decidir el partido no llegó hasta los primeros minutos de la prórroga. Ousmane Dembélé encarriló el encuentro con un zapatazo desde fuera del área que propició el primer error del guardameta rival hasta ese momento. En efecto, el ‘mosquito’ había fallado pocos minutos antes un penalti que hubiese dado la victoria sin necesidad de tiempo adicional, pero Dembélé es un jugador diferente que no entiende de razones prestablecidas.

El otro punto de inflexión del partido llegó en el minuto 74, cuando Koeman dio entrada a Pedri y Busquets. El centrocampista de Badia volvió a sujetar al equipo, aportando el liderazgo que necesitaba el Barça para volcar el campo hacia la portería rival y limitar ataques rivales. Junto a él entró Pedri, que tras ver su actuación más discreta en la Supercopa –acorde a la del equipo en general-, volvió a hacerse con el mando del ataque culé y sus minutos fueron claves para mejorar al equipo de manera exponencial y evitar un desastre mayor. Una nueva muestra de transcendencia a sus 18 años de edad.

Pedri durante el encuentro ante el Cornellá. Fuente: Getty

 

Pedri y Dembélé están preparados para coger el testigo de Messi durante el encuentro ante el Elche. El argentino había encontrado en Pedri a su potencial socio ideal, pero el tinerfeño se ve obligado esta vez de hacer de Leo ante su ausencia. Palabras mayores. Mientras tanto, el francés es la imprevisibilidad hecha futbolista, un jugador distinto que en un Barça tan plano puede llegar a ser oro. Tan desequilibrante como impreciso, el valor de Dembélé para este Barça es enorme; y junto a Pedri, tratará de salvar el partido ante el Elche y evitar que el conjunto blaugrana se aleje aún más de la lucha por la Liga.